Velez 0 Colon 3

El local tuvo una paupérrima actuación y el equipo de Mohamed se recuperó con buen fútbol y goles. Rubén Darío Ramírez (2) y Lucas Acosta marcaron para la visita, que pudo haber ganado por una diferencia más amplia. Los hinchas locales despidieron a su equipo con insultos y silbidos.

Colón llegaba herido y Vélez no hizo más que reanimarlo. El local, que también venía golpeado tras escapársele un triunfo servido ante Arsenal (perdía 3-0 y se lo empató), hizo todo mal y agrandó a la visita, que acertó por primera vez y supo que sería su partido, la ocasión ideal para recuperar la sonrisa y para que Mohamed tomara algo de aire. Pareció llamativamente fácil para el cuadro santafesino, que contó con grandes rendimientos individuales y pudo haber ganado por una cifra mayor.

Colón llegaba herido y con conocidas falencias en el fondo, per Vélez le paró con una gran mayoría de intérpretes con más aptitudes defensivas que ofensivas, según el esquema habitualmente preferido por Tocalli, y acusó un pésimo funcionamiento. Hubo una seria falta de sincronización en todas las líneas del local. Vélez atacó mal y defendió peor. Su entrenador colocó a dos hombres por banda para lastimar por afuera, pero jamás lo logró y sufrió por adentro, en las espaldas de Somoza. Por allí, cada vez que se soltó Alfredo Ramírez para asociarse con Lucas Acosta, Colón sacó provecho.

Así llegaron los dos goles. Primero, tras un error de cálculo de Somoza, Acosta dejó a Rubén Ramírez mano a mano con Barovero (debutó en el club de Liniers en reemplazo de Montoya, a quien Tocalli marginó por bajo rendimiento) y el delantero definió bajo, junto al palo izquierdo, para el 1-0. Y sobre el cierre del segundo tiempo, Fuertes capturó la pelota en posición de 10, combinó con Alfredo Ramírez y éste le sirvió la conquista a Tito, quien apeló a la misma fórmula y definió por debajo del cuerpo del arquero local para el 2-0.

Así se fueron al descanso y hubo justicia, porque todo había sido de Colón, que además gozó de las notables faenas individuales de Prediger (hizo el trabajo sucio para que Alfredo Ramírez y Acosta se lucieran delante suyo) y Pozo (reemplazó a Blázquez y transmitió seguridad desde el arco). Lo de Vélez fue alarmante. Sólo Somoza, por su gran sacrificio, se salvó del incendio

En el complemento, Tocalli sumó gente en ataque a partir de la inclusión de Nanni (fue su reestreno oficial en Liniers) primero y Rodrigo López después. Cubero se adelantó unos metros, agarró la lanza y apoyó a Somoza en el liderazgo espiritual. Sin embargo, pese a que durante los primeros minutos dispuso de un par de chances, Vélez nunca mostró más que arrestos individuales y, por el contrario, sufrió horrores en defensa.

Sólo la impericia de los santafesinos a la hora de definir evitó una goleada que pudo ser catastrófica. Se lo perdieron Lucas Acosta en dos oportunidades, Fuertes y Alfredo y Rubén Ramírez, hasta que en el minuto final Acosta no falló y con un remate con la cara interna, junto al palo izquierdo de Barovero, cerró la cuenta. Colón volvió a sonreír y Vélez se sumergió un poco más en su mar de dudas.

Texto y foto www.tycsports.com