El Rojo iba perdiendo y su gente insultaba a los jugadores cuando pudo lograr el empate que se sostuvo hasta el final. Caruso (PT 38m) y Montenegro (PT 45m) fueron los autores de los goles. En el Tomba debutó Diego Cocca como entrenador.Cuando se vislumbraba una noche complicada para Independiente, apareció Montenegro para rescatar de la recriminación a los suyos, pese a que el empate final fue negocio sólo para Godoy Cruz. Por eso, lo más rescatable para los de Santoro fue que se salvaron de una manifiesta enemistad entre su público y el plantel.
Desde el comienzo se evidenció que Independiente iba al ataque, pero que en defensa estaba endeble. Llegó al área mendocina y con peligro, tanto que Núñez tuvo el gol tres veces, de las cuales dos falló y una se la taparon. En cambio, Godoy Cruz lo hizo un par y ambas por errores del uruguayo Rodríguez. El zaguero se durmió por la izquierda, se la robaron y Caruso definió desde ángulo cerrado ante la salida de Assmann.
Lejos de ser un balde de agua fría, el tanto visitante fue un chorro de nafta en el fuego de la gente que comenzó a hostigar a sus jugadores. Toda la cancha vociferaba contra los vestidos de rojo, cuando Montenegro se dejó caer en las puertas del área y él mismo se encargó de ejecutar la falta con un violento derechazo que tranquilizó los ánimos para el entretiempo.
Para la segunda parte, Santoro decidió dejar en el vestuario a Pusineri y confiar en el pibe Vittor. Esto posibilitó que Ríos juegue más suelto, aunque fueron pocas las veces que logró juntarse con Montenegro. La chance más factible apareció pronto para el Rojo y fue en un cabezazo de Ledesma que el palo negó.
El partido estaba claro: Independiente tenía la pelota y Godoy Cruz esperaba al acecho de la fragilidad de la defensa local. Así, al borde del error se jugó y Santoro buscó las variantes en el banco con Patito Rodríguez primero y Gandín después. Casi le dan resultado porque el juvenil lo tuvo en una contra, pero el pase no le llegó y Gandín, ya en el final, armó la suya, pero definió al bulto.
Entonces se selló el empate que le cerró más a Godoy Cruz. Con el pitazo aparecieron algunos tímidos silbidos, casi nada comparado a lo que les esperaba a los jugadores de Independiente si persistía la ventaja mendocina.
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