El equipo de Dunga jugó otra vez muy mal frente a su gente, no pasó del 0-0 ante Colombia y terminó silbado por todos los que se acercaron al Maracaná. Con el punto, la verdeamarela quedó en la segunda posición de las Eliminatorias.No hay caso, si quiere ver jugar bien -o al menos ganar- a su selección el hincha brasileño tendrá que asistir de visitante. Es que en el Maracaná continúa sin poder brindar una buena imagen y esta noche no pudo con el necesitado equipo de Colombia. Fue 0-0 y el resultado los calificó. Después de la paupérrima actuación como local frente a Bolivia (0-0), se esperaba observar esta noche en Río de Janeiro a un Brasil más que ofensivo. Dispuesto a llevarse por delante a Colombia, con el mismo poder en ataque evidenciado con Venezuela, con Kaká volando por el terreno… todo lo contario.
Brasil jugó un primer tiempo muy malo. Fue apático, lentísimo, sin variantes, con laterales estancados, Robinho desaparecido, Kaká intermitente y Jö aislado. Colombia lo controló sin problemas, tuvo mucho tiempo la pelota pero le faltó lo que le suele faltar: profundidad.
La primera etapa transitó de área a área, los arqueros prácticamente no tocaron la pelota y el de Brasil, Julio César, cuando lo hizo se equivocó, ya que al salir a cortar un centro perdió el balón y luego Rentería le reventó el pecho. Los de Dunga tuvieron dos oportunidades: en la primera Julio se quedó con un cabezazo de Jö y en la otra el delantero no pudo empujarla después de que Gilberto Silva la bajara de cabeza. Silbidos luego de los 45 minutos iniciales.
Brasil no cambió su tímida postura en el arranque del complemento, aunque sí se benefició con el retraso de unos metros de Colombia, que cada vez veía más lejos la figura del arquero Julio César y se iba confirmando con el empate. El local estuvo cerca con un zurdazo de Jö y un remate exigido de Pata tras una asistencia de Kaká.
Colombia salió del letargo con un remate de Moreno que se desvió y quedó en el pie derecho de Rentería, solo, en el punto de penal, pero remató muy mal y la pelota se fue lejos del palo izquierdo. El Cafetero desperdiciaba una muy clara para quedarse con el partido.
Los minutos finales transcurrieron con un impotente equipo local que arrastraba los pies en la cancha, la visita se aferraba a un punto que poco le sirve en su objetivo de clasificar a Sudáfrica y el pitazo final del árbitro Selmán provocó la estruendosa silbatina de los cariocas que se acercaron al Maracaná. Brasil sigue en deuda con su gente.
Texto y foto www.tycsports.com
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