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sábado, 13 de junio de 2009

Torneo Clausura 2009 - Arsenal 4 Lanús 1

El conjunto de Burruchaga hizo un gran primer tiempo y, con tres goles en 15 minutos, bajó al puntero. Pellerano, en dos oportunidades, Sena, de penal, y Benedetto gritaron para el local, mientras que Velázquez anotó el descuento.

Arsenal dio el golpe en Sarandí y bajó a Lanús de la punta del Clausura con una victoria por 4-1. No le salió nada bien al Granate, que cedió la punta a Vélez –venció a Newell´s en el Amafitani- y además perdió a Seba Blanco para el próximo encuentro, justamente ante el Fortín, por acumulación de amarillas. De todas maneras, no está todo perdido para los granates: si mañana Huracán no vence a San Lorenzo, seguirán dependiendo de sí mismos para quedarse con el título. Nadie se esperaba un primer tiempo así, con Arse como claro dominador, sin lucirse pero generando riesgo constantemente en el arco de Bossio, y con un Granate maniatado, sin reacción, desconcertado y desconocido. Es que los de Sarandí estaban últimos en el campeonato, llevaban 12 partidos sin ganar y ni siquiera el regreso de Burruchaga a la dirección técnica les había cambiado la pálida imagen que dejaron en el semestre. Como contrapartida, los de Zubeldía llegaban con tres triunfos al hilo, punteros y con medio campeonato en el bolsillo.
Arsenal se apoyó en su mediocampo para controlar el circuito de juego. Los abanderados fueron Sena, Pellerano y el juvenil Marcone. A los 8 minutos, en la salida de un córner, Matellán desvió el balón y le sirvió el gol a Pellerano. A los 18, Bossio derribó a Matos en el área y Sena convirtió desde los doce pasos. Y a los 23, nuevamente gritó Pelle, ésta vez con un disparo desde la puerta del área. Fue una ráfaga de goles del Arse. Zubeldía, en el banco, no podía creerlo; Bossio trataba de tranquilizar a sus compañeros: “Tranquilos, pensemos lo que hacemos”, les gritaba desde el arco.
Velázquez encendió una luz de esperanza pero no pudo apagar el incendio. El defensor se escapó por la izquierda y sorprendió a Campestrini. Los más optimistas se ilusionaron con una remontada heroica, pero lo de Lanús fue muy tibio. El Granate no tuvo decisión para seguir descontando. Todo se le hacía cuesta arriba y aunque sobre el final de la primera parte emparejó las cosas -tal vez porque Arsenal levantó el pie del acelerador- Lanús fue una sombra de lo que venía mostrando en fechas anteriores.

Zubeldía cambió el esquema en el complemento. Primero hizo ingresar a Ledesma por Graieb, y luego puso tres delanteros con el ingreso de Lagos. Dos por afuera y uno por adentro. Sand, el que iba por adentro, no gravitó. Forcejeando, peleando contra todos, tuvo una clara que definió por encima de Campestrini y que Sena salvó sobre la línea. Pero Pepe no fue el de siempre y el equipo lo sintió. Tampoco estuvieron en su nivel Blanco y Valeri.
Arsenal supo manejar los tiempos, como lo hacía en la primera etapa de Burru, y poco a poco empezó a acercarse al cuarto gol más de lo que el Granate se arrimaba al descuento. Con tiempo cumplido, y con el visitante jugado, casi resignado, Arse volvió a gritar: Benedetto, con aire fresco, encontró un rebote en el área y fusiló a Bossio. Antes, Leguizamón había probado un lujo por encima del arquero que se estrelló en el travesaño. Y todo se dio como nadie lo esperaba, con los de Sarandí luciendo y los de Lanús sufriendo.

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