Estados Unidos jugó un gran primer tiempo y se fue al descanso con un 2-0 a favor gracias a los goles de Dempsey y Donovan, pero la Verdeamarela se recuperó en el complemento y lo ganó 3-2 con un doblete de Luis Fabiano y otro de Lucio.
Brasil se consagró bicampeón de la Copa Confederaciones tras dar una demostración de fortaleza futbolística y psicológica y superar a Estados Unidos por 3-2 en la final disputada en el Ellis Park de Johannesburgo. Los dirigidos por Dunga comenzaron el encuentro sin mostrar un buen nivel, pero en el complemento se recuperaron y remontaron un 2-0 en contra.
Durante la primera etapa, los norteamericanos tuvieron a su merced a los brasileños, que tenían la pelota en su poder pero carecían de profundidad y, además, cada vez que cedían el balón quedaban muy mal parados en el contraataque. Así, cuando iban 9 minutos, Dempsey abrió el marcador tras un centro cruzado enviado desde la derecha por Spector. A los 26, Donovan estiró la diferencia tras una contra certera.
El esquema 4-4-2 propuesto por Bob Bradley se hacía cada vez más fuerte ante los ataque de Brasil. Además, Howard, el arquero estadounidense, mostró grandes reflejos cada vez que fue requerido. La clave de la Verdeamarela estaba en la banda derecha, con las arremetidas de Maicon, el único que lograba lastimar.
Pero en el complemento las cosas cambiaron rotundamente: apenas se estaban acomodando los jugadores en el campo de juego cuando, a los 40 segundos, Luis Fabiano marcó el descuento con una media vuelta. Entonces, Estados Unidos retrocedió demasiado en el campo de juego y modificó su propuesta de juego dinámico por una ultradefensiva, que consistía únicamente en revolear la pelota cada vez que se acercara a la propia área.
Al cuarto de hora, Kaká cabeceó y Howard la sacó de adentro del arco. El juez del partido, Martin Hansson, omitió el gol e impidió el empate, que finalmente llegó a los 28, otra vez por intermedio de Luis Fabiano (botín de oro del campeonato), quien aprovechó un rebote en el travesaño tras una definición de Robinho y concretó la igualdad.
Sobre el final, todo indicaba que ambos equipos iban a ir al alargue para dirimir la Copa, pero Lucio, líder carismático del campeón, apareció en el corazón del área y marcó el tercero con un frentazo imposible para Howard. Y finalmente festejó Brasil, que demostró otra vez que atraviesa un gran momento y que espera la visita a Argentina, por las Eliminatorias, con las garras afiladas.
Texto y foto www.tycsports.com
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