Fue un verdadero partidazo el que protagonizaron Godoy Cruz y Colón en Mendoza. Lo fue porque tuvo todos los condimentos: goles, resultado cambiante, penales, expulsiones y polémicas. El que festejó –y lo hizo tras dos semanas de frustraciones- fue el Sabalero, que se impuso por 3-1 y, de esta manera, volvió a arrimarse a la punta, aunque parece utópico aspirar al título cuando queda tan poco para el final. El Tomba, por su parte, hizo un gran planteo pese a las adversidades, pero sumó su segunda derrota consecutiva y vuelve a mirar de reojo la Promoción.
Colón arrancó mucho mejor: apenas iban dos minutos cuando Guerrero pegó un cabezazo en el travesaño, y luego, un tiro libre de Ramírez se fue muy cerca. Además, a los 9, Vallés fue expulsado por dos faltas consecutivas. De todas maneras, el equipo de Cocca no se amilanó y siguió jugando de igual a igual, pero con un esquema de 3-2-2-2. Figueroa rompió el ángulo con un tiro libre y Caruso casi aventaja a los suyos con un cabezazo que se fue muy cerca.
Pero la defensa de Godoy Cruz, diezmada, no supo cómo aguantar las arremetidas del ataque sabalero. Y así llegó el primer gol del partido: Rivarola tiró un buscapié y Fuertes, infalible en el área, la empujó para marcar su tanto número cien con la camiseta rojinegra. Entonces sí Colón comenzó a manejar la pelota y el juvenil Bertoglio ganó protagonismo.
Apenas comenzado el complemento, volvió a aparecer el Bichi para estirar la diferencia con un cabezazo. Godoy Cruz, abajo 2-0, se decidió a buscar el descuento, y el ingreso de Aguirre en el mediocampo fue vital para que el Tomba reviva sus aspiraciones. Laverni marcó penal por una falta de Goux sobre Borghello, en una jugada que no parecía demasiado riesgosa: Caruso se encargó de patearlo y Pozo detuvo el remate, pero el delantero capturó el rebote y le puso incertidumbre al resultado.
En el final volvió a aparecer Fuertes para convertirse en el protagonista principal de la película: Encina, con la necesidad de marcar en un mediocampo sin marca, le cometió penal, y el Bichi, ejecutor de la pena máxima, se patinó y tiró el balón a las nubes. Como Falcao la semana pasada, ante Independiente, y como Palermo en el ´99 ante Platense (con la diferencia que el Titán le terminó pegando con las dos piernas y la metió).
Con Godoy Cruz jugado, dispuesto a matar a morir, Fuertes volvió a tener otra chance. Se escapó, aguantó marcas, foules, y cuando encaró al arquero Ibáñez decidió tocar hacia el costado y asistir a Rivarola para el 3-1. Entonces sí pudo respirar tranquilo Mohamed, quien se fue al vestuario minutos antes del final, convencido que ya no había marcha atrás. Ahora, Colón vuelve a soñar con pelear hasta el final y el Tomba, por su parte, nuevamente tiene que pensar en sumar para no complicarse con el Promedio.
Texto y foto www.tycsports.com
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