Vélez llegó a Jujuy con la obligación de ganar. Los resultados puestos de Lanús y Huracán les impedían a los de Gareca resignar puntos, ya que así estarían regalando sus aspiraciones al título. Mientras tanto, Gimnasia esperaba ansioso, sabiendo que sus posibilidades de mantener la categoría eran mínimas y que sólo seguiría en Primera por un milagro que finalmente no se dio. Porque el Fortín, sin mostrar buen juego pero con inteligencia para aprovechar las necesidades del rival, ganó 1-0 y sigue prendido bien arriba.
De entrada fue mucho más el Lobo, con Walter Busse y Mauricio Ferradas muy dinámicos, con Pochola Silva molestando entre los dos centrales y con Diego Mateo como dueño del mediocampo. Así, Germán Montoya fue haciéndose protagonista y tapó varias situaciones que podrían haber terminado dentro de su arco. Vélez, por su parte, no podía encontrar la pelota, y tanto Maxi Moralez como Jonathan Cristaldo estaban apagados. La única: un exquisito tiro libre de Waldo Ponce que se estrelló en el travesaño de Pezzutti.
Pero pasada la media hora fue el Fortín el que empezó a dominar. Franco Razzotti se pudo acomodar en la cancha y, a partir de él, también lo hizo su equipo. Rodrigo López tuvo dos bastante claritas, una que no llegó a empujar tras un centro de Papa y otra de cabeza, que se fue alta. Luego, Cristaldo definió con un zurdazo desviado tras una buena maniobra de Fabián Cubero. Vélez salió al complemento decidido a buscar el arco de Pezzutti. Ordenado, bien parado, y con más espacios en la cancha, el Fortín se dispuso a jugar de contraataque, salteando el mediocampo con pelotazos para los delanteros. A los tres minutos, Cristaldo definió demasiado cruzado, pero más tarde el Churry no perdonó y la mandó adentro con un excelente cabezazo tras un centro de Papa.
El 1-0 desmoralizó a Gimnasia, que definitivamente se fue del partido. Héctor Arzubialde probó con una línea de tres y pobló el mediocampo, pero la tragedia ya estaba consumada. El Lobo sintió el impacto, y el descenso, que estaba muy cercano hace varias fechas, comenzaba a materializarse en su propia cancha y ante su propia gente, que de todas maneras reconoció el esfuerzo de sus jugadores con el aplauso final.
Vélez pudo liquidarlo y, como no lo hizo, sufrió más de la cuenta por algunas arremetidas del Lobo, que tiró manotazos de ahogado pero no tuvo ideas ni argumentos para lastimar al sólido Montoya. Y así, el Fortín se quedó con los tres puntos y, muy cerca de la cima, esperará a Newell´s para dar un nuevo paso hacia el título. Los de Gareca saben que dependen de sí mismos y lo demuestran cada vez que saltan a la cancha. Lo del Lobo era distinto: tenía que mirar otros resultados. Y eso también se notó.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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