El ministro de Planificación indicó que la implementación de la Ley de  Soberanía de Hidrocarburos "es planificación pura y dura".
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, sostuvo  que la reglamentación de la Ley  de Soberanía de Hidrocarburos "no es una intervención" del  Estado en el sector y señaló que a las empresas les "exigimos que haya planes de  inversión y producción".
 "Acá no hay nada de intervención, es planificación pura y dura  y en términos de mercado da más transparencia y previsibilidad que es  lo que necesita cualquier mercado del mundo para operar de forma ordenada",  sostuvo el funcionario.
 De Vido brindó más detalles de la reglamentación que el viernes se publicó en  el Boletín Oficial y advirtió que "son precios que hacen al interés nacional  como lo plantea la ley y de ninguna manera van a ser descabellados".
 "Son valores de referencia en el marco del universo de planes que se  presenten y en el universo de objetivos que se vayan logrando en función de los  cambios presentados", agregó.
 El funcionario explicó que salía a realizar la aclaración ante "tanto  comentario absolutamente mas que injusto desacertados". Y cuestionó al  exsecretario de Energía Daniel Montamat al manifestar que el exfuncionario fue  uno de los "participes necesarios del default que tuvo la Argentina y el  desastre del sistema energético argentino que encontramos en 2003".
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
 El senador radical Ernesto Sanz criticó  la "política pendular" del Gobierno en el sector que pasó del  "extremo de la ausencia del Estado como regulador a un Estado omnipresente que  pretende regular hasta el último detalle".
 Sanz cuestionó así la decisión del Gobierno nacional de intervenir en el  sector petrolero, con la regulación de las inversiones y la rentabilidad de las  empresas que estará a cargo de una comisión que liderará el viceministro de  Economía, Axel  Kicillof.
 "Los dos extremos son muy malos porque está faltando un Estado inteligente,  que genere reglas de juego que no se cambien arbitrariamente todos los días,  según la cara del cliente", se quejó el senador por Mendoza, en diálogo con  radio Mitre.
 También se sumó el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que  opinó que con la decisión la presidenta Cristina Kirchner  "vuelve a atacar al federalismo" y va a "profundizar las causas por las cuales"  Argentina se transformó "en importador de energía".
 "Esto lamentablemente es más de lo mismo, como dije que la  nacionalización de YPF era un error, que nos iba a traer  más problemas que soluciones, que íbamos a estar peor en dentro  de un año en términos de resultados, esto lo agrava", opinó Macri.
 En cambio, el diputado nacional de Proyecto Sur Fernando 'Pino' Solanas  respaldó la decisión del Gobierno nacional porque "va en la línea de  acabar con los tres decretos desreguladores de Carlos Menem", firmados  en 1989.
 Solanas recordó que "la privatización del petróleo comenzó con los decretos  del año 1989, que fijaban la libre disponibilidad del crudo" para las empresas y  lamentó que allí "se terminaban 75 años de política de Estado" en el manejo de  los hidrocarburos.
 "Hemos venido durante 15 o 20 años exigiendo que se tiraran abajo los tres  decretos desreguladores de Menem, que le pasó todo a las petroleras privadas",  advirtió el diputado de Proyecto Sur.
Texto www.tn.com.ar 
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