Gimnasia superó a Huracán por 2-0, en la Bombonera, y se ganó el lugar para jugar la Promoción frente a San Martín (SJ) en la lucha por seguir en Primera División. El Globo no pudo hacer pie en el desempate y volverá al Torneo Nacional después de cuatro años en la máxima categoría.
El encuentro arrancó con un ritmo electrizante y las oportunidades no tardaron en llegar. Las más claras en el comienzo fueron para el equipo que dirige Darío Ortíz, con un disparo de Lucas Castro que dio en el travesaño y un latigazo de Hernán Encina que detuvo Lucas Calviño.
Los de Roberto Pompei intentaron acomodarse y bajar la intensidad que su rival le había puesto a la tarde. La más nítida estuvo en los pies de Javier Cámpora, goleador del campeonato con 11 tantos junto a Teófilo Gutiérrez, quien se la picó a Fernando Monetti y la pelota salió cerca.
A los 15 minutos llegó la apertura del marcador para Gimnasia, por medio de Lucas Castro. El mediocampista aprovechó un grosero error de Luciano Ospina en el despeje y definió sin ningún tipo de obstáculo, luego de haber estado en posición adelantada en el origen de la jugada.
Como si la desventaja no fuera suficiente, Huracán se buscó más problemas: a los 20 fue expulsado Darío Soplán, por doble amarilla, y a los 28 vio la tarjeta roja Cámpora, por un golpe a Oliver Benítez. Los dos hombres de menos, en un duelo de esta clase, ya era demasiado.
El Lobo no aprovechó la diferencia numérica y sólo acercó peligro con otra de Lucas Castro que detuvo Calviño y en el rebote Agustín Peña salvó tras la arremetida de Claudio Graf. El Globo estuvo a punto de empatar con un mano a mano de Peña y un disparo desde lejos de Marcos Brítez Ojeda.
En el complemento la ventaja se hizo notar. Los de Ortíz tuvieron varias oportunidades, primero con Guillermo Barros Schelotto y luego con dos de Graf (la segunda de manera increíble en una contra que quedaron tres contra uno) y un tanto bien anulado a Benítez por posición adelantada.
Si el conjunto de Pompei continuó con chances fue por el amor propio, ya que en el juego se le hizo todo cuesta arriba. La única alternativa en el segundo tiempo fue una polémica por una supuesta falta dentro del área de Pablo Fontanello sobre Rolando Zárate que Pablo Lunati no sancionó.
Finalmente, a los 31 minutos Graf se tomó revancha y liquidó el encuentro. Cada ataque evidenciaba la diferencia numérica y en una de ellas el ingresado Alan Ruiz habilitó al delantero, que esta vez se tomó un segundo para pensar y fusiló a un Calviño que nada pudo hacer para evitar la caída.
El final del partido desató la locura de Gimnasia y la desazón de Huracán. El Lobo todavía no festeja, ya le queda un paso para el desahogo definitivo: el domingo visitará a San Martín (J) y el jueves lo recibirá, en los dos cruces por la Promoción y en los que contará con ventaja deportiva.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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