River mantiene la punta del torneo Clausura y sigue con chances reales de seguir adelante en la Copa Libertadores. Pero con dos derrotas en cuatro días vivió su "semana negra" desde la llegada de Diego Simeone al club.
Está claro que una eventual eliminación de la Copa Libertadores a manos del San Lorenzo de Ramón Díaz significaría para el conjunto millonario una verdadera catástrofe, y produciría seguramente un "quiebre" en la confianza del hincha para con un plantel que se perfilaba a ganar grandes cosas. Sin emabrgo, por el momento, los hinchas le mantienen el crédito al "Cholo".
El golpe fue, naturalmente, más fuerte en el Superclásico. El equipo del Cholo no tuvo actitud y cayó ante su histórico rival por 1 a 0 en La Bombonera. Haber quedado en la misma línea que Estudiantes (también perdió, el sábado ante Argentinos Juniors) y que lo haya alcanzado San Lorenzo (en el cierre de la fecha, dio vuelta sobre el final su partido ante Gimnasia) en la cima del torneo es anecdótico.
Como anecdótico resulta hoy decir que hace apenas una semana todo era paz en el club de Núñez, que se preparaba para dar otro paso en la Libertadores y para estirar su racha positiva ante Boca, que no le ganaba hacía tres años.
En lo concreto, su esquema, que parecía tener sólo el problema de la baja eficacia, dejó grietas a la vista de todos. River apostaba al juego de Buonanotte, Alexis Sánchez y Ortega, pero resultó que los "bajitos" chocaron contra el muro que plantó Boca. Pensaba que anulando a Riquelme tendría gran parte del partido resuelto, y la verdad fue que Román no brilló y sin embargo el equipo de Ischia fue superior.
El problema, en definitiva, fue que River dejó de ser River, especuló más de la cuenta y recibió un duro golpe, un golpe lógico.
Lo mejor que puede hacer en adelante es pensar en San Lorenzo, de cara al choque de vuelta de la Copa. Asimilar rápidamente que "el fútbol tiene estas cosas" -como se dice habitualmente-, que se puede bajar del cielo al infierno en cuestión de horas, y entender la importancia del –ahora- partido más importante del semestre.
En principio, no parece una buena decisión la que tomó El Cholo inmediatamente después de la derrota en La Bombonera. Se retiró en silencio junto al resto del plantel y trascendió que no atenderá a los periodistas hasta después del partido contra San Lorenzo, el jueves. Es decir, los hinchas de River no tendrán una explicación oficial de la caída en el Superclásico. En definitiva, esta vez nadie podrá echarle la culpa a la prensa: fue el propio Simeome quien decidió dramatizar a fondo la cuestión.
River, justo el club con más títulos locales en la historia del fútbol argentino, ve pasar por primera vez en el año (ni siquiera dejó esa sensación cuando perdió con Central) ese negro nubarrón que lleva la cuenta de tres años de sequía en el plano doméstico.
River, el club que (junto a San Lorenzo) más sueña con la Copa Libertadores en este momento, tendrá que dirimir precisamente ante El Ciclón un lugar en los cuartos de final. Con un resultado por remontar y sabiendo –por historia, por el coqueteo de principios de 2008 con Ramón Díaz- que tiene mucho más que perder que su rival. Y que le queda poco margen para no quedar a oscuras.
Texto y foto http://www.infobae.com/
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