Comenzó en Esquel -una de las ciudades cordilleranas del Chubut más afectadas por la cenizas provenientes del volcán chileno Chaitén- el "operativo de limpieza", para extraer el fino polvillo que se encuentra depositado en las calles.
Las cenizas acumuladas del Chaitén oscilan entre los dos a cinco centímetros de espesor, según indicaron funcionarios del Comité de Contingencias constituido para este tipo de catástrofes.
El titular de la dirección de Defensa Civil del Chubut, Evaristo Melo, dijo a Télam que ya comenzaron a trabajar en Esquel máquinas especiales para recolectar las cenizas, dándole prioridad a las calles que circundan los establecimientos escolares con el fin de que este lunes se desarrollen las clases normalmente, como "estaba previsto".
Melo agregó que "el conjunto del equipo, compuesto por barredoras, camiones volcadores y una compactadota, pasará por las principales arterias de la ciudad cordillerana, en un esquema de trabajo que contempla la limpieza en los lugares cercanos a los hospitales, centros de salud, asistencia privada y los colegios".
El titular de Defensa Civil sostuvo que esto evitará que el fino polvo que se encuentra depositado en las calles se volatilice nuevamente en el aire, provocando molestias en las vías respiratorias y en los ojos.
"El trabajo demandará varios días, y esta directamente relacionado con la actividad del volcán Chaitén que lamentablemente sigue esparciendo cenizas", se lamentó el funcionario.
El coordinador del operativo, a cargo de la empresa privada Ashira S.A., Claudio Gonzalez, explicó que "el equipo de trabajo tiene modernos elementos para el barrido, aspirado y posterior compactación de las cenizas volcánicas, y filtros especiales para evitar que el polvillo se fugue nuevamente al aire".
"Las cenizas recolectadas serán compactadas y trasladadas a un pozo de grandes dimensiones situado a unos 15 kilómetros de Esquel. Una vez lleno, el pozo será tapado con tierra para impedir que los residuos volcánicos vuelen nuevamente", añadió Gonzalez.
En tanto, la Secretaria de Salud del Chubut continúa, en coordinación con las comunas afectadas por la erupción del volcán chileno, repartiendo miles de barbijos y antiparras. Las mascarillas para evitar la aspiración de la ceniza deben cambiarse de acuerdo a la exposición que uno tiene a las mismas.
Al efectuar una recorrida por la ciudad, se pudo constatar que la población salió a limpiar sus veredas y los techos de las casas con el único fin de evitar que las cenizas se acumulen, porque los residuos volcánicos siguen cayendo, aunque este domingo en menor medida que los días anteriores.
La colaboración que existe desde la Argentina para Chile, es constante y continua. Personal del Ejército cruzó este sábado la frontera y trasladó a la comuna de Futaleufú, en el vecino país, una maquina potabilizadora de agua y cientos de litros de combustible para los vehículos de la zona. "La maquinaría servirá para purificar alrededor de 2.000 litros de agua por hora", según contó a Télam, en Futalefú la bioquímica del Ejercito Argentino, Miriam Mariela, quien dijo que el sistema trabaja por filtración por osmosis.
A comienzos de la crisis, Futaleufú tenía una población de 1.800 habitantes. Tras la evacuación, cuenta solamente con 300 que padecen la falta de agua y alimentos, que les son acercados en forma continua por la comuna de esa región, que integra la provincia chilena de Palena.
El comandante de Bomberos de Futaleufú, Juan Alberto Navarete, afirmó que no dejará el lugar, aunque su madre, de 91 años, tuvo que ser evacuada por el polvo volcánico. "Si se van los Bomberos, la población pierde una de sus defensas -dijo-. No se puede abandonar a la gente".
Texto y foto http://www.telam.com.ar/
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