El Xeneize presentó un equipo suplente y goleó como local a los ecuatorianos por 4-0, con tantos de Forlín (PT 27m), Espinoza (PT 32m), en contra, Mouche (ST 4m) y Gaitán (ST 37m). Los de Bauza tuvieron una noche negra y distaron mucho del campeón de la Copa Libertadores. El miércoles, la revancha en la altura.Boca goleó como local a la Liga de Quito por 4-0, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. Los chicos dieron muestras nuevamente de que están preparados para cuando se los necesite y sacaron una diferencia importante frente a un apático equipo ecuatoriano.
Desde el inicio del encuentro, el conjunto de Carlos Ischia marcó una clara superioridad con respecto a su rival. Lo hizo con todos suplentes (finalmente no jugó Sebastián Battaglia, quien estará ante Newell´s -se pidió el artículo 225 por Exequiel Benavídez, convocado al sub 20-). Después de un arranque a toda máquina las cosas se calmaron y recién a los 27 minutos volvieron las emociones con el primer gol de Boca. Un centro desde la derecha de Leandro Gracián fue aprovechado por Juan Forlín con un gran cabezazo que dejó sin chances a José Cevallos.
A los 32 llegó el segundo del Xeneize gracias a un error increíble del fondo de los dirigidos por Edgardo Bauza. El arquero alcanzó a frenar un mano a mano inmejorable de Jonathan Philippe, pero en el rebote la pelota dio en Gabriel Espinoza y terminó adentro de su propio arco.
La diferencia que ya se había establecido previo a los goles se plasmó aún más luego de los tantos: los chicos de Boca parecían una verdadera máquina ante un rival apático. La diferencia pudo haber sido mayor en aquel primer tiempo si el local hubiese estado más afilado en la definición.
Desde la seguridad de Forlín en el fondo y la presión en la mitad de la cancha, el Xeneize preocupó una y otra vez. El travesaño le negó el festejo a un Gracián enchufado, Crisitan Chávez también estuvo cerca de gritar y tanto Pablo Mouche como Philippe contaron con chances claras.
La Liga de Quito pareció haber entendido las cosas al revés y sus jugadores daban la sensación de ser suplentes y estar enfrentando a los titulares de Boca. Sus oportunidades se limitaron a aprovechar la velocidad de Luis Bolaños y a disparos sin éxito de Pedro Larrea y Paul Ambrossi.
En el complemento las cosas no cambiaron y ya a los cuatro minutos el local estiró la distancia en el marcador. Un nuevo centro de Gracián fue peinado por Ezequiel Muñoz y habilitó a Mouche, quien fusiló a Cevallos desde muy cerca y empezó a dibujar la goleada en la Bombonera.
Con la amplia diferencia, Boca sacó el pie del acelerador aunque mantuvo el control de la pelota. Enfrente, Bauza probó agregando un delantero (Reinaldo Navia), luego sumando gente en el fondo para evitar que le sigan convirtiendo, pero no pudo evitar el verdadero papelón que hizo su equipo.
La visita extrañó a los lesionados Norberto Araujo, Néicer Reasco y Patricio Urrutia, y a los transferidos Enrique Vera y Joffre Guerron, todos del campeón de América. Sólo exigió a Javier García con un tiro libre de Manso y un mano a mano de Larrea, ambos con respuesta bárbara del arquero.
A los 37 minutos, el recién ingresado Nicolás Gaitán le puso la frutilla al postre con un verdadero golazo. La jugada nació en campo de Boca, pasó por los pies de casi todos los jugadores y terminó con la habilitación de Gracián para el juvenil y su definición perfecta ante la salida del guardameta.
La victoria pudo haber sido más abultada, porque Chávez, Gracián, Mouche e incluso Julio Barroso tuvieron sus chances. La noche, que tuvo el debut oficial de Damián Díaz, fue testigo de una tarea brillante del Xeneize: hasta Neri Cardozo, el punto más bajo en el conjunto de Ischia, cumplió.
Los chicos hicieron olvidar a los grandes, que el jueves visitarán a Newell´s por el Torneo Apertura, el objetivo principal. Si bien esto es fútbol, la diferencia parece ser letal para la serie que se completará el miércoles, en la altura de Quito, ante el campeón de la Copa Libertadores.
Texto y foto www.tycsports.com
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