Godoy Cruz y Gimnasia (J) jugaron un partido bárbaro en Mendoza, por la novena fecha del torneo Clausura, e igualaron 2-2. Hubo muchas figuras, un expulsado y los dos tuvieron chances de ganarlo. Finalmente, hicieron tablas y se repartieron los puntos.
Los dos salieron a buscar con esquemas muy similares: tres defensores, dos volantes de contención y otros dos abiertos, un enganche y dos puntas. Sin embargo, el Lobo se mostró más firme en las marcas en los primeros minutos y complicó muchísimo al local, que no encontraba la pelota y sufría por los extremos.
Sucede que Mateo se adueñó del medio, Ricardo Gómez se hizo impredecible por la izquierda y Mauricio Ferradas se mostró inquieto por todo el frente de ataque. Por eso no sorprendió que la visita llegara al 1-0 a los siete minutos: Arraya tiró el córner, el equipo de Cocca marcó mal y Leiva la metió en su propio arco.
Tras el gol, el conjunto jujeño siguió teniendo el control de las acciones y el panorama para el Tomba se complicó aún más a los 22, cuando Nicolás Olmedo fue con los dos pies hacia delante contra Silvio Iuvalé y se fue correctamente expulsado. Luego de un parate de cinco minutos por algunos proyectiles que cayeron en el área visitante, Godoy Cruz se acomodó mejor.
A partir de los 30, el dueño de casa empezó a complicar por el sector derecho y le generó serios inconvenientes a Matías Cahais. Justamente, a los 35, el defensor salió mal a cortar, Iván Borghello desbordó por la derecha y la tiró al punto del penal para la llegada de Víctor Figueroa, quien la empujó para el empate.
El Tomba no se quedó y hasta tuvo el segundo en los pies de Sebastián Martínez, quien le erró al arco luego de un rebote muy largo de Gastón Pezzutti. Pero Gimnasia se despertó sobre el cierre y en esos pocos minutos aprovechó la baja de Olmedo para generar peligro por el centro. Mateo tuvo un mano a mano, que tapó Ibáñez, y Juan Arraya lo perdió totalmente solo en el rebote.
El equipo jujeño inició mejor el segundo periodo, dominando campo y pelota a partir del buen manejo de Walter Busse, las acertadas proyecciones de Gómez y la presión de Ramasco en el medio. Gabriel Loeschbor lo perdió de cabeza a los ocho y a los 12, Gómez desbordó por la izquierda y la puso adentro para Ferradas, quien la picó ante Ibáñez y la empujó para el 2-1.
Sin embargo, el equipo de Héctor Arzubialde prefirió pararse de contra en lugar de mantener el control de la pelota. Y aunque agarró mal parado a Godoy Cruz en un par de maniobras, le permitió al rival agrandarse. Y el Tomba se fue con todo su amor propio al ataque y generó chances claras.
Primero lo tuvo Borghello con un remate que controló Pezzutti, y luego fue Caruso quien disparó al pecho del uno tras una excelente maniobra individual. Finalmente, a los 33, Figueroa agarró de primera un centro desde la izquierda y la clavó arriba ante un arquero totalmente indefenso. Y hasta lo pudo ganar con un cabezazo de Roberto Jiménez y otro mano a mano de Caruso.
Texto y foto www.tycsports.com
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