Once encuentros debió esperar el tricolor para ganar de visitante. Anoche, bajó al escolta Santamarina 2 a 0, con un golazo de Martín Carrillo y otro de Iván Agudiak.
Un buen planteo táctico, una dosis de fortuna, un alto grado de efectividad y un gran sacrificio grupal le permitieron a Villa Mitre dar la sorpresa en Tandil, donde derrotó 2-0 al escolta Santamarina, al que le cortó el largo invicto de la temporada 2009.
Además, el tricolor logró ganar de visitante después de 11 partidos y se impuso por primera vez en el historial a los tandilenses en el estadio General San Martín.
Y el resultado prácticamente le asegura a la escuadra bahiense otra temporada más en el Argentino "A".
No concretaron
El primer tiempo fue emotivo de principio a fin. Santamarina salió decidido a buscar el desnivel y Villa Mitre apostó al contragolpe para lastimarlo.
Así, y pese a que tuvo menos el balón, el elenco visitante contó con las primeras situaciones propicias, como un cabezazo de Agudiak que exigió una buena intervención de Bertoya y un remate de Lucas López que se fue por arriba.
Sin embargo, entre los 17 y los 28, Santamarina creó cuatro maniobras nítidas de gol (Cabral desbarató dos en gran forma, Barrios Suárez definió mal un mano a mano y Vera le acertó al travesaño desde inmejorable posición), pero falló en la definición.
Fueron momentos en que Nahuel Santos maniobró con inteligencia por la izquierda y Darío González pudo hacerse del esférico detrás de la línea de volantes de contención, a lo que se sumaron las peligrosas corridas de Vera por las bandas.
Pero Schumacher y Cantoni ajustaron marcas en el medio y Poncetta encimó a Santos para que el trámite se emparejara y para que Villa Mitre volviera a contar con chances en la réplica. Monforte obligó a una tapada del "1" local (tras gran pase al vacío del juvenil "5") y Agudiak elevó otro frentazo.
El trámite ideal
En el complemento, Villa Mitre entendió que la marca sobre Darío González era clave para anular el funcionamiento ofensivo del rival.
Y así resultó, porque el dueño de casa ---con González contenido-- no halló espacios para inquietar y eso le provocó un desorden colectivo.
Mediante un enorme sacrificio grupal, el equipo de Zapata aguantó a pie firme cerca del arco de Cabral y esperó con paciencia su oportunidad.
Y esta llegó a los 24, apenas 4 después que ingresara Martín Carrillo (por Lucas López), quien encontró un balón picando en la puerta del área y, de espaldas al arco, sorprendió a Bertoya con una "chilena" perfecta, que se le coló por arriba.
La dosis de fortuna necesaria la tuvo a los 35, cuando Abalos bajó un balón con el pecho, aguantó la marca de Palacio y despachó un remate que se estrelló en el horizontal de un Cabral que nada tenía para hacer. Con Santamarina totalmente volcado al ataque, Quiroga (otro acierto de Zapata, porque refrescó el mediocampo) puso una asistencia perfecta para Agudiak, quien arrancó habilitado y picó el balón cuando Bertoya salía para estampar el 2-0.
Sólo hubo tiempo para la expulsión de Moisés y para el festejo alocado de todo Villa Mitre, que ganó después de siete meses en calidad de visitante y demostró que está vivo.
Texto http://www.lanueva.com/
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