El Millonario ganaba con goles de Cabral y Falcao y tenía oportunidades para cerrar la serie, pero perdonó y dos graves fallos defensivos permitieron que De la Mora y Medina igualaran para Chivas, que avanzó a la semifinal de la Sudamericana gracias al 2-1 en la ida. Ante Huracán, podría ser el último partido de Simeone.River sumó esta noche una gran frustración, la más dura en un semestre repleto de desilusiones. Es que en el momento más crítico, en el partido que podía marcar la ida de Simeone, parecía que el Millonario iba a poder revertir el mal momento. Jugaba mucho mejor que Chivas, le ganaba con autoridad, conseguía la clasificación, hasta que dos errores muy puntales lo dejaron otra vez con las manos vacías. Este 2-2 en Guadalajara, más la derrota en el Monumental por 2-1, provocaron la eliminación de la Copa Sudamericana y la sensación de que ante Huracán el Cholo dirigirá su último encuentro en el actual campeón del fútbol argentino. Demasiado premio para los mexicanos, que no fueron más que su rival en ambos partidos y ahora se medirán en las semifinales ante Internacional, que dejó afuera nada menos que a Boca.
River ya había demostrado en el encuentro de ida, pese a perder, que Chivas no era un equipo sólido defensivamente. La historia se repitió en el primer tiempo en el Jalisco, pero esta vez el equipo argentino aprovechó todos los errores entregados por los mexicanos y se fue al descanso con una diferencia de dos goles que hasta pareció escasa.
No se había disputado un minuto cuando Abreu caía en el borde del área y Abelairas tenía la primera chance clara. La pelota se fue al córner después de pegar en la barrera y desde el tiro de esquina llegó el gol de Cabral, quien ingresó solo por el segundo palo tras una linda asistencia de Buonanotte y mandó la pelota a la red.
River era mucho más. Presionaba en el medio, ganaba todas las divididas, Fernández y Buonanotte desequilibraban por las bandas y Abreu y Falcao preocupaban en el área. Abelairas avisó con un zurdazo que se fue por el primer palo, el delantero uruguayo también lo tuvo de cabeza y, cuando Chivas intentaba acomodarse, llegó el segundo. A los 20m Falcao encaró por la derecha, con un enganche se sacó a dos hombres de encima y definió de zurda al primer palo.
En el local, que no creó ninguna situación de gol en los 45m iniciales, no aparecían Moralez ni Pineda, Arellano y Santana casi no participaban del juego y del medio para atrás sólo era desorden. El Millonario siempre controló las acciones y estuvo muy cerca de sentenciar la serie con un cabezazo de Falcao –parecía adelantado- que pegó en el palo y picó en la línea.
Chivas salió dispuesto a acorralar a River en su área en el inicio del complemento, pero apenas pudo salir del asedio el equipo argentino tuvo dos clarísimas para definir la serie: en la primera, Abreu no pudo cabecear ante una mala salida de Hernández; en la otra, el uruguayo sí ganó de arriba, la pelota pegó en el palo y en el rebote el Loco volvió a errarlo al agarrar mordida la pelota, que milagrosamente quedó en manos del arquero tras un último toque de Falcao.
El juego era intenso, se metía fuerte la pierna y se jugaba de área a área. Chivas empezaba a preocupar con remates desde afuera y River se mostraba peligroso en cada pelota por arriba y en uno de esos tantos centros Falcao la bajó al medio y nadie se metió por el medio para empujarla. El Millonario perdonaba y lo pagó muy caro…
En una ráfaga, gracias a gruesos errores, los de Guadalajara encontraron la igualdad. A los 14m, Villagra se quedó pidiendo una falta que no existió de Arellano, quien tocó para la entrada de De la Mora y éste definió ante la salida de Ojeda; a los 18m, Ahumada perdió el balón en la mitad de la cancha al querer hacer un taco sin sentido, Villagra después no pudo anticipar a Arellano, quien ahora asistió a Medina para que marcara el empate.
Lógicamente, River fue en busca otra vez del triunfo con desesperación y pudo haberlo conseguido en un zurdazo que Bou mandó por arriba del travesaño desde el punto del penal. Hernández le sacó dos buenos remates a Archubi, los centros caían y caían en el área mexicana, Cabral jugaba de nueve, Medina casi mete el tercero para Chivas y, en definitiva, el resultado no se alteró en un final dramático. El Millonario se quedó sin objetivos en el semestre y, muy posible, también sin entrenador.
Texto y foto www.tycsports.com
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