Argentino ``A´´ Villa Mitre 2 Juventud (P) 0

¡Qué manera de festejar...! Del derrumbe psicológico de hace una semana a la euforia total por un triunfo importantísimo que obró de bálsamo y alivio.

El 2-0 de anoche ante Juventud de Pergamino, justificado por cierto, pasó a segundo plano. Gran parte de los cánticos se los llevó el orientador que le dio el ascenso en la temporada 2005/06 y él lo retribuyó tocándose el corazón, reviviendo épocas no tan lejanas.
PRIMER TIEMPO

Dejó el alma
De entrada nomás Villa Mitre expuso razones futbolísticas para apabullar a su rival. ¿Qué estaban desmoralizados por pagos atrasados? El inflador anímico de "Tato" Zapata revitalizó a un equipo que hace pocos días se comió 6 goles como visitante ante Cipolletti.

Y la resurrección no tuvo secretos. Si hasta se jugó con el mismo dibujo (3-4-1-2) empleado por el resistido Benet. Eso sí, la actitud hizo cambiar los reproches hacia el anterior DT por aplausos para el recién llegado. Es el pensamiento del hincha, y hay que respetarlo.

Claro que en los papeles también hubo sintonía fina. El tricolor arrolló a Juventud, no le dio respiro. Se imprimió ritmo por los carriles (Castellano y Apud) y se trabajó muy bien en la presión (Schumacher y Cardozo) para disponer del esférico.

Con panorama y espacios, los volantes explotaron las espaldas de Tenaglia y Ramos, abasteciendo con frecuencia a los delanteros Carrillo (también colaboró tirándose atrás) y Agudiak.

Así nació la jugada del primer gol. Poncetta combinó con Castellano y el centro del ex Comercial le quedó servido al solitario Carrillo (se desprendió rápidamente de la marca de Calomino) para tocar de derecha a la red.

Era el presagio de una noche redonda. Juventud tenía dificultades para reaccionar y cuando lo hacía, en cuentagotas, chocaba contra la humanidad de Cabral.

En una andanada de llegadas, el local amplió la ventaja en un centro al segundo palo de Castellano que se coló a espaldas de Vázquez Espagnol. Parecía fácil, terminó siendo un golazo.

Y le hizo precio en el primer tiempo, porque Schumacher estrelló en el palo un pelotazo luego de enganchar en el área (desairó a Kees) tras un centro de Vera, otro que tuvo un alto rendimiento.
SEGUNDO TIEMPO
Bancó el bajón físico
Administrar la ventaja con la tenencia de la pelota era la receta para el segundo tiempo. Falto de piernas, el equipo se replegó instintivamente y sufrió algunos sofocones por el buen manejo que le propinó al balón Juventud por intermedio de Bastianini y el ingresado Serrano.

Villa Mitre se replegó, aguantó a pie firme y sacó a relucir todo el orgullo. Crecieron las figuras de Cabral (tapó dos pelotas descomunales, una de ellas a Saucedo) y Ezequiel Palacio; mientras que no decayó el ritmo de Ricardo Vera, el más lúcido al momento de responder.

Zapata equilibró la balanza, después de los 20 minutos, con los ingresos de Carrizo y Minor, respondiendo golpe por golpe en una clara actitud de no claudicar.

Vera, de gran cometido, marró dos situaciones increíbles; y hasta el "Flaco" Minor dispuso de un par (una fue tres dedos exigiendo al golero) que pudieron sellar la historia.

Sobre el final, el árbitro le otorgó un penal inexistente a Juventud (Quiroz se tiró cuando entraba apareado por Palacio y Poncetta), pero el heroico soldado Cabral se encargó de poner las cosas en orden. Ejecución de Saucedo al medio, rebote en las piernas y triunfo asegurado.
Conclusión
Villa Mitre salió airoso de un examen complicado. Venía de capa caída, con todos los problemas a cuestas y se desahogó con un triunfo clave para empezar a saldar sus deudas. Los jugadores cumplieron y el equipo se transformó en transitorio escolta de Cipolletti. Ahora la pelota la tienen los dirigentes...

Texto y foto www.lanueva.com