Boca superó a Racing por 2-1 en la Bombonera, en un partido de trámite equilibrado, y dio un paso vital en la lucha por quedarse con el Apertura. Riquelme, autor de dos goles, fue la gran figura de la cancha.
En el arranque del juego fue el local el que contó con las mejores situaciones, pero sin generar un juego demasiado elaborado. La fórmula de los de Ischia consistía en pasar rápido la zona del mediocampo, casi sin participación de Riquelme, y buscar con pelotazos directos a sus delanteros. A los 8 Figueroa se demoró en definir y perdió con Mercado, y a los 15 fue Viatri el que no pudo cabecear con precisión tras un corner. Un minuto más tarde, Dátalo apareció solo en el aárea chica, pero su cabezazo salió desviado.
Racing tenía menos la pelota, pero también contó con una chance neta. Moralez se escapó por la izquierda y sacó un gran envío que impactó contra el travesaño, en una posición similar al gol que el Enano convirtió ante Gimnasia de La Plata la semana pasada.
Luego el juego entró en un pozo y cuando no pasaba nada pasó de todo. Riquelme buscó a Figueroa con una pelota en cortada, el nueve se tiró cuando estuvo cerca de Migliore y Lunati sancionó penal. Un error determinante. Luego, Román fusiló a su ex compañero con un remate bajo e inatajable.
El equipo de Llop, que no merecía irse al descanso en desventaja, lo empató sobre la chicharra. Franco Sosa ganó de arriba luego de un tiro de esquina y salió disparado a celebrar la igualdad. En el complemento fue la Academia el que arrancó un poco mejor gracias a la movilidad de Moralez y Zuculini, pero el gol fue de Boca. A los 14 Dátolo arrancó de izquierda a derecha y sacó un remate que se desvió en el un defensor: la pelota tomó altura y le cayó a Riquelme, quien de volea mató otra vez a Migliore.
Con la ventaja el local tuvo algunas situaciones para desnivelar, pero Viatri perdió ante el arquero y luego el propio nueve definió mal con un cabezazo.
Lo de Racing fue mucho coraje y casi nada de fútbol. A puro coraje arrinconó a Boca contra su arco, pero sin situaciones netas de peligro. Apenas un remate de González y un intento débil de Caballero, demasiado poco para cambiar la mano.
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