Los pocos surtidores de YPF que todavía despachan nafta común dejarán de hacerlo el 1° de mayo.
Se trata de una d ecisión estratégica que la petrolera número uno del país había tomado ya a fines del año pasado, cuando dejó de refinar este tipo de combustible. En los últimos meses la siguió despachando, hasta agotar las reservas que quedaban en sus depósitos.
“Se trata de una decisión basada en la evolución tecnológica de los motores.
Ya casi no hay demanda de nafta común”, dijeron voceros de la compañía que controla la española Repsol pero que es gerenciada por su socio minoritario, el grupo Eskenazi.
Si hay un segmento donde la estadística se pierde entre las calles del conurbano más profundo --con motores que esquivan como pueden a la oblea de la verificación técnica--, ese es precisamente el de los autos que cargan nafta común. Se trata de modelos con una antigüedad no inferior a 15 años.
Sobre un parque de 14,4 millones de vehículos que estima la Cámara de Comercio Automotor, de los cuales unos 2 millones funcionan a GNC, las ventas de nafta común durante 2010 representaron apenas 4,4% del despacho total de naftas. Si a esa cuenta se le agregan los millones de vehículos de motor diesel, las unidades que usan nafta común no llegarían a 400.000.
Pero para esos cientos de miles de usuarios, habitantes en su mayor parte de las franjas de menores ingresos , la salida de YPF les agregará una dificultad importante para abastecerse de la nafta más barata. En YPF, la nafta común cuesta 3,15 pesos por litro contra 4,11 pesos de la súper, la variedad que sigue. Como ocurre con las otras naftas, la “común” de Shell, Esso y Petrobras es más cara que la de YPF.
Con la liberación del precio de los combustibles por parte de la Secretaría de Comercio, el precio en dólares ya superó el de la convertibilidad.
Aun así, siguen siendo los más baratos de la región, por debajo de Uruguay, Chile y Brasil.
Es previsible que los competidores de YPF buscarán aprovechar el hueco. “Para Esso la nafta común es un producto demandado y por lo tanto seguimos repondiendo a esa demanda”, dijo Tomás Hess, director de la marca estadounidense.
Ya el año pasado Esso había finalizado como la principal vendedora de nafta común, con 31,2% de ese mercado. YPF, que es la líder indiscutida del mercado de combustibles líquidos ( 52% del despacho total de naftas y gas oil ) había finalizado 2010 detrás de Esso en en nafta común, con 27,4% de participación. Les siguieron Petrobras (14,6%), Shell (11,2%).
También está tallando con fuerza la conversión a gas natural comprimido, donde los clientes son tanto los dueños de costosas camionetas como los de viejos Falcon con motores de 3.000 cc.
Manuel García, titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independiente (AESI), señaló que la conversión a GNC pasó de unos 40.000 vehículos por mes a principios de 2010 a unas 90.000 unidades. “Mientras los combustibles líquidos tuvieron el precio planchado, convertir el vehículo a GNC no era negocio. Ahora que los precios aumentaron, la ecuación cambió. Aun para los autos más viejos, con estos precios vale la pena pasarse al GNC”, agregó García.
En 1994, la nafta común tenía un 34% del mercado de naftas. Eran los últimos años de “común o súper”, cantito que los playeros comenzaron a cambiar en 2001, con la irrupción de la nafta “premium”, de alto octanaje. Ese año, la participación de la nafta común había caído a un 23%. En 2005, con el ingreso cada vez más masivo de autos de nueva generación, la común ya representaba sólo 9% de todas las naftas. Y el año pasado, con apenas 280 millones de litros despachados (sobre 6.233 millones de litros de nafta), la común representó un 4,4% del volumen.
Jorge Lapeña, un ex secretario de Energía muy crítico con la gestión kirchnerista, no encontró en la decisión de YPF otra razón que el cambio tecnológico.
“La mala política energética de este gobierno.
Tarde o temprano la nafta común va a dejar de ser fabricada en el país” , dijo Lapeña. “YPF es la que está dando el primer paso”
Texto http://www.clarin.com/
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