El Tomba, que aún está invicto, derrotó por 2-1 al Granate en Mendoza y se convirtió en el único líder. Jairo Castillo (PT 36m) y Carlos Sánchez (ST 28m) marcaron para los de Asad, mientras que el tanto del visitante lo señaló Salcedo (ST 12m).Godoy Cruz ratificó que es la gran sensación del Torneo Clausura y sumó una victoria por 2-1 sobre Lanús como local que le permitió convertirse en el único líder e invicto del certamen. El conjunto mendocino volvió a lucir un aceitado andamiaje funcionamiento y se impuso con justicia sobre el Granate, que cortó una racha de dos triunfos consecutivos.
Entre ambos equipos se complementaron para edificar un primer tiempo equilibrado donde ambos protagonistas consiguieron arrimarse a los arcos con relativa facilidad. Lanús apostó una vez más por el desequilibrio de su entonado tridente ofensivo, compuesto por Blanco, Lagos y Salcedo. Por su parte, Godoy Cruz conservó su clásica imagen de solidez y su prolijo manejo de pelota.
La primera situación de riesgo fue del Tomba, que resistió el asedio de los primeros 10 minutos y estuvo a punto de festejar con un contragolpe mal resuelto por el veloz Carranza. Sin embargo, el Granate contestó con dos situaciones de gol en un mismo avance. Primero, Ibáñez le tapó un mano a mano a Blanco. El rebote le quedó a Salcedo, que ensayó una vaselina que se estrelló en el travesaño.
El negocio del visitante estaba en recostar el juego por la derecha, donde hacía agua Formica. Por su parte, los mendocinos cocinaban el juego en el medio con el dúo Olmedo y Rojas, y generalmente terminaban sus jugadas con centros cruzados.
En medio del frenético desarrollo, el conjunto de Omar Asad ratificó que lo persigue la buena fortuna y, a los 36 minutos, logró el primer tanto luego de que Jairo Castillo (picante y participativo) cabeceara un gran centro de Carranza (imparable para el lento fondo del Grana). Un premio a la consistencia y la claridad de ideas del Tomba, que nunca perdió el rumbo pese a los embates que debió soportar su defensa.
En el segundo periodo, Lanús potenció su ambición y comenzó a arrinconar al anfitrión sobre su área. El esperado empate llegó a los 12, por intermedio del paraguayo Salcedo, que paró de pecho un centro de Ledesma por derecha y definió de primera. No obstante, el tanto del Granate estuvo viciado de nulidad, ya que el árbitro Lunati ignoró una clara mano de Lugo en el arranque de la jugada que derivó en la igualdad. Los reclamos de Asad y compañía fueron estériles.
Pese a no tener su habitual seguridad defensiva, el Tomba juntó fuerzas y no renunció a la búsqueda de la victoria. Y la insistencia tuvo su recompensa a los 28, cuando el todoterreno Carlos Sánchez tomó un rebote que dio Marchesín tras un disparo de Higuaín y soltó el festejo contenido. Una vez más fue importante el colombiano Castillo, fundamental en casi todos los ataques peligrosos que generó su equipo.
Los ocho minutos que adicionó Lunati debido a las intermitentes demoras por una baja en las luces del estadio prolongaron la angustia del público tombino. Pero en el cierre quedó claro por qué Godoy Cruz es la grata revelación. El cóctel de firmeza, orden, solidaridad y creatividad que confeccionó Asad hoy emborracha a cualquier rival. ¿Cuál será el techo del equipo? Sólo el correr del Clausura lo dirá.
Texto y foto www.tycsports.com
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