Argentina derrotó a Alemania por 1-0, en el estadio Allianz Arena de Munich, en un partido amistoso preparatorio para el Mundial. El seleccionado nacional fue superior a los germanos y justificó su victoria en el orden y el control de la pelota que ejerció especialmente en el primer tiempo.
La etapa inicial fue muy pareja, con dos equipos ordenados que privilegiaron la cautela en lugar de arriesgar para buscar el arco contrario. La idea del combinado de Diego Maradona fue clara: presionar bien arriba para generar algún error en el fondo rival que permitiera llegar a René Adler.
Con pocas sorpresas por los costados -los laterales fueron Nicolás Otamendi y Gabriel Heinze- la pelota estuvo la mayor parte del tiempo por el centro. Pocas veces le llegó a Lionel Messi, quien tampoco estuvo iluminado como otras veces para desequilibrar en un intento individual.
Con el control casi absoluto del balón, Argentina no podía romper la barrera defensiva de Alemania y la única llegada de riesgo fue un remate de Angel Di María que el arquero desvió y luego impactó en el travesaño. Los dirigidos por Joachim Low sólo intentaron con pelotazos y centros aislados.
A los 43 minutos, y de una acción en ataque de los europeos, llegó el único gol. Con un rival demasiado adelantado, el mediocampista de Benfica que no había podido marcar habilitó a Gonzalo Higuaín y el atacante definió con el arco libre tras despatarrar a un Adler que había salido lejos.
El complemento, más allá del resultado, dejó la preocupación por las salidas de Gabriel Heinze (contusión) y Martín Demichelis (golpe en la cara). Allí tuvieron sus oportunidades Clemente Rodríguez y Nicolás Burdisso, mientras que luego también ingresaron Carlos Tevez y Mario Bolatti.
La urgencia de Alemania la obligó a adelantarse varios metros en el terreno de juego y Argentina debió retroceder. No se pudo mantener la presión del primer tiempo y se perdió el control de la pelota, especialmente en Juan Sebastián Verón, pero el rival nunca tuvo claridad a la hora de atacar.
Las chances más peligrosas fueron un cabezazo defectuoso de Michael Ballack desde una buena posición que salió desviado y un remate de Cacau que detuvo Sergio Romero. La única del combinado nacional en la segunda mitad fue un tiro libre de la Bruja que detuvo el arquero.
El cierre encontró a Argentina con una serie de toques para hacer correr el reloj y asegurar el triunfo. En una verdadera prueba de cara al Mundial y frente a un rival de peso, el seleccionado de Maradona cumplió y encendió la esperanza a 99 días de que comience el gran sueño: Sudáfrica 2010.
Texto y foto www.tycsports.com
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