Torneo Clausura 2009 Independiente 4 Newell`s 1

El Rojo, con una actuación soberbia en el segundo tiempo, despachó a los rosarinos en lo que fue el último partido de Pepé. Gioda, en su vuelta tras la lesión, Sosa, Ríos y Fredes marcaron los goles del local. Formica descontó para el visitante que además sufrió la expulsión de Spolli.

Como si el aviso en la charla técnica de que no iba a seguir hubiese funcionado como un motivador extra, a Pepé Santoro este plantel de Independiente (el mismo que lo enfrentó y que incluso lo defenestró públicamente) le regaló una despedida a puro gol y con una actitud soberbia en la segunda parte, ante un híbrido Newell´s que vino a Buenos Aires sin una idea clara. Un partido redondo para un Rojo que, pese a ello, todavía no sale de su crisis.

La confirmación de que Santoro no iba a seguir más allá del resultado de este encuentro generó que la gente de Independiente reconozca a su histórico ídolo con una ovación. Luego, arrancó el partido y la primera etapa arrojó poco para destacar. Apenas un buen centro de Mancuello que Sosa erró increíblemente de cara a Peratta y un fuerte remate desviado de Vangioni fueron las dos únicas situaciones de gol.

Entonces, cuando nadie lo presumía, la segunda parte deparó todas las emociones. A los dos minutos, Gioda cabeceó al gol un certero envío de Mancuello y desahogó en ese grito su inactividad de cinco meses tras una severa lesión en una rodilla. A Newell´s, que no atinó ni a atacar ni a defenderse, este tanto le sentenció su suerte. En contrapartida, el Rojo se serenó y de la mano de Montenegro manejó el partido.

Justamente el Rolfi metió un pase perfecto en el medio de la defensa rosarina y Sosa definió de primera para cortar su sequía goleadora de un año y cuatro meses. Para aumentar el desconcierto visitante, Spolli se hizo echar por un terrible patadón a 35 metros de su arco. Increíblemente (en realidad por una falla de Rodríguez) llegó al descuento por medio de Formica, pero no hubo margen alguno para la ilusión. Segundos después del 1-2, Ríos tiró una diagonal y, con zurdazo, esquinado volvió a estirar diferencias.

Esos momentos fueron un verdadero happy hour para el Rojo que cuando todavía no culminaba la celebración de Ríos encontró otra. Esta vez, tras un terrible remate de Fredes que se metió en un ángulo. Historia totalmente sentenciada y lo que quedó fue para la ovación y el reconocimiento para un Santoro que se retiró por la puerta grande, aunque no de la manera esperada.

Texto y foto www.tycsports.com