Frases como estas y algunas más se escucharon entre los hinchas de Villa Mitre que, minutos después de haber finalizado el partido, dejaron en masa "El Fortín".
Y ningún comentario estuvo tan lejos de la realidad. Con mayor jerarquía, más oficio y jugadores desequilibrantes en puestos clave, como el "5" Diego Levato, quien asistió en un pequeño lapso en los dos primeros goles visitantes, Brown de Puerto Madryn venció con autoridad por 3-1 a un Villa Mitre apático y deslucido en el juego individual y colectivo.Sacó ventajas desde 40 metros.
En el primer tiempo, Villa Mitre jugó lejísimo del arco de Brown. Con un 4-4-2 y el balón en su poder, el tricolor pocas veces pudo penetrar la línea de cuatro volantes que dispuso la visita. Cuando la atravesó, siempre chocó con cuatro defensores aplicados, sólidos y conocedores de mil batallas.
Por eso, a los 20, Apud, cerquita de la raya central, en campo enemigo, probó con otro argumento; y desde 40 metros sacó un balinazo que se fue elevando para clavarse en un ángulo de Luque.
El visitante, con idéntico dibujo táctico, fue testarudo. Con los carrileros bien pegados a los laterales, volcó el juego intentando lo que indican los manuales: abriendo la cancha, centro de los que saben y gol del "9".
Pero cuando no se puede... Así y todo no cambió el libreto. Complicó con más centros, con algunas pelotas paradas, pero sus avances fueron más tibios que calientes y sus intenciones cayeron en la intrascendencia.
Cuando la agarró Levato, o cuando Barreto bajó unos metros, los del dueño de casa, nerviosos y "protestones", apelaron a las faltas para impedir que los jugadores más desequilibrantes del albiazul pisaran el área.
El tricolor, como pudo, tuvo casi todo controlado: los avances del rival y las complicaciones que surgieron de una cancha despareja. Lo que no pudo controlar fueron los impulsos, y entrar al complemento con tres jugadores condicionados por amarillas: Díaz Bender, Quiroga y Schumacher.
¿Por qué tan atrás?
¿Por qué tan atrás?
Cuando Levato entendió que por los costados no había progreso, se hizo cargo de pedir el balón y de llevarlo él solo por el medio. Y, con su capitán como abanderado, Brown empató y ganó un partido que dominó en todo momento, pero que recién destrabó en esta segunda parte.
Claro, la "Villa" se retrasó tanto en el terreno que a Carrilo y Agudiak casi que los tuvieron que localizar con binoculares.
El sureño, con la pelota, fue otro equipo. Levato entendió que por los costados no estaba el negocio y plantó bandera en el medio, donde los volantes del local empezaron a sentir el esfuerzo.
Justamente el "5" de la visita fue el gestor del 1-1. Con un pase a lo "Bochini" habilitó a Barreto, quien definió sin marcas ante un indefenso Cabral.
Brown empezó a jugar a espaldas del doble "5" villamitrense. Cantoni no fue solución en el descontrol generalizado que estaba inmerso su equipo --entre el minuto 5 y el 10 cometió 6 foules y le amonestaron dos jugadores--.
Y a los 25 le dieron el golpe de gracia. Centro de Levato, no llegó Zbrun pero si Barreto, quien definió de cabeza.
El bahiense echó el resto con tres delanteros en cancha. Ayoroa entró para correr, Agudiak no fue el mismo de los últimos partidos y Carrillo estuvo en otra órbita. Pero los problemas estaban en la zona de gestación, en el arranque de las jugadas, donde definitivamente siempre se ganan los partidos...
Y bueno, gol de Minor y disculpas para toda la gente tricolor que, en definitiva, terminó por "perdonar" (con cerrados aplausos) a un equipo que dejó de ilusionarse con habitar más arriba en la tabla.
Texto y foto www.lanueva.com
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