Vélez prolongó su buen momento en La Plata. Por la quinta fecha del torneo, el Fortín se impuso a Estudiantes por 1-0 y cortó una racha de dos años sin derrotas del Pincha como local. El único tanto lo hizo Ocampo, en un partido que tuvo mucha pierna fuerte y varios lesionados.
Vélez fue más en el primer tiempo. Manejó mucho mejor la pelota, fue rápido de mitad de cancha hacia delante, tuvo dos delanteros movedizos que además estuvieron finos con la pelota y generó varias situaciones de gol, como para llegar al descanso con más de un tanto de ventaja.
Estudiantes confundió el camino. Astrada en la semana declaró que el que no se esforzaba no jugaba y el mensaje llegó distorsionado: mucha pierna fuerte, faltas innecesarias y a la media hora ya el Pincha jugaba con 10 por la expulsión de Matías Sánchez. La Gata pudo ver la roja por una violenta infracción de atrás a Moralez, que tuvo que salir con un golpe en el tobillo, mientras que Vélez tampoco se quedó atrás y una patada sin sentido de Cabrera a Boselli derivó en la salida del ex Gimnasia con una lesión en la rodilla que podría ser grave (se fue llorando).
Cuando se dedicaron a jugar, Vélez fue el dominador. Lo tuvo Cabrera con un cabezazo que sacó Andújar, Larrivey decidió simular un penal cuando encaraba al arquero, Moralez le ganaba siempre el mano a mano a Huerta y el local sólo llegaba con pelota parada, vía por la que estuvo muy cerca de abrir el marcador en dos oportunidades: la primera con una peinada de Fernández y en la otra, muy parecida, con un cabezazo en contra de su valla de Domínguez.
El gol llegó a los 34 minutos, por Ocampo (entró por Cabrera), que sacó un derechazo desde afuera del área que ingresó al lado del palo. Larrivey después se perdió el segundo tras una buena jugada entre López y Ocampo, mientras que la última la tuvo Estudiantes, en los pies de Boselli, quien encontró una gran respuesta de Montoya.
Estudiantes salió con otra actitud en el complemento y con Verón como abanderado acorraló contra su área a un Vélez muy diferente al del primer tiempo. El equipo de Astrada no tenía claridad, atacaba como podía y estuvo cerca del empate por Boselli, pero Montoya salió rápido y lo obligó a definir sin precisión.
El Fortín fue una sombra respecto a la etapa inicial: Papa no se proyectó más, cedió terreno y balón, no pudo hacer valer el hombre de más, los delanteros quedaron aislados respecto al resto de sus compañeros y Andújar pasó inadvertido durante gran parte del segundo tiempo.
En el final el Pincha tuvo dos situaciones para empatar: en la primera Calderón (¿con el brazo?) anticipó a Domínguez y la pelota pegó en el travesaño, y en la otra Cubero salvó de cabeza luego de una mala salida de Montoya. La reacción al Pincha no le alcanzó y el amarrete Vélez del segundo tiempo festejó por lo hecho en el primero.
Texto y foto www.tycsports.com
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