Un día como hoy, pero hace 24 años, se producía una de las peores catástrofes sucedidas en una terminal marítima del país, cuando 22 personas perdieron la vida como resultado de una terrible explosión que destruyó el elevador 5 de la ex Junta Nacional de Granos.
Años después y al cabo de una investigación judicial, los hechos que originaron la tragedia fueron calificados como puramente accidentales.
El 8 de marzo de 1985 --apenas cinco días antes del estallido--, personal de la Prefectura Naval Argentina había recorrido el silo para constatar sus condiciones de seguridad.
El informe producido indicaba, una vez más, que se observaba gran cantidad de polvo y granos desparramados bajo las cintas transportadoras, deficiencias en las instalaciones eléctricas y extractores de aire insuficientes y en mal estado para eliminar el polvillo.
Sin embargo, las anomalías no se solucionaron.
En los primeros minutos de aquel día fatídico, algunos de los trabajadores advirtieron "fuego o humo" en la balanza de camiones, una importante acumulación de polvillo de cereal en suspensión y un recalentamiento de los motores. Apenas instantes después, una violenta explosión convirtió al lugar en un infierno.
Un fallo judicial resolvió años después que no existió "un accionar doloso ni negligente en los términos del Código Penal".
Texto www.lanueva.com
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