Tigre se aferró al planteo mezquino que diseñó Ricardo Caruso Lombardi y, gracias a un gol de Carlos Luna, cosechó una victoria de oro ante Rosario Central, en Arroyito. Los de Victoria conservaron las carencias ofensivas mostradas ante Chacarita pero lograron grandes mejorías defensivas y se aprovecharon de la inocencia de los jóvenes del Canalla, que siguen en Promoción. El inicio del encuentro exhibió a dos equipos carentes de ideas ofensivas pero con ímpetu para llegar hasta los arcos. Por un lado, Central apostaba al toque corto y a las proyecciones de Ambrosi. En tanto, el Matador intentaba bloquear al lateral ecuatoriano con la presión de San Román y salía rápido de contragolpe gracias a la movilidad de Luna.
Cuando a Tigre se le terminó el vértigo inicial, el local plantó bandera en el mediocampo y empezó a imponerse gracias a su mejor manejo de pelota. No obstante, el único recurso viable eran los remates desde lejos. Cuando se terminaba el periodo inicial, el Canalla tuvo la más clara pero Gervasio Núñez no aprovechó que Islas había dejado el arco vacío y cabeceó mal un centro desde la derecha.
El conjunto rosarino mostró mayor agresividad tras el descanso y tuvo dos oportunidades interesantes para vencer a Islas. Las combinaciones entre Gómez y Danelón por derecha, a merced de Arruabarrena, hirieron a Tigre, pero nuevamente apareció el gran karma: la falta de un goleador nato. Los peligrosos centros desde las bandas jamás pudieron hacer blanco en Zelaya ni en De León, dos puntas a los cuales les cuesta demasiado vestirse como referencia ofensiva.
A los 13, Tigre se despertó de la siesta y dio un sorpresivo golpe. Luna, el más incisivo de los jugadores visitantes, se escapó de la marca en el tiro libre desde la izquierda y puso el primero con un certero cabezazo.
Con el marcador adverso, Cuffaro Russo mandó a la cancha a Milton Caraglio en lugar de Danelón. En contraposición, los de Caruso Lombardi se abroquelaron contra su arco y trataron de minimizar la mayor cantidad de espacios libres. Aun así, los anfitriones estuvieron cerca del empate primero con un disparo de Núñez desde afuera y después luego de una definición de media vuelta de De León que rechazó el palo.
El panorama no se alteró a pesar de la insistencia de Central y Tigre soltó un festejo esperado. Los bonaerenses acumulaban nueve derrotas consecutivas como visitante y necesitaban oxígeno para empezar a levantar cabeza. En tanto, el Canalla ingresó a terapia intensiva y su margen de error se achica cada vez más.
Texto y foto www.tycsports.com
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