Campbell, el que no pudo encontrar su figurita para el album, fue clave en el primer batacazo del Mundial. Costa Rica le ganó por 3-1 a Uruguay y le dejó un futuro lleno de dudas.
Costa Rica rompió con todos los pronósticos en su presentación en el Grupo D del Mundial de Brasil 2014. Tras comenzar en desventaja ante Uruguay, se impuso por 3-1, hizo historia ante un rival de mayor jerarquía y complicó muchísimos las aspiraciones de la Celeste de pasar a octavos, teniendo en cuenta sus futuros choques, ante Inglaterra e Italia.
El equipo conducido por Oscar Tabárez se puso en ventaja a los 23 minutos del primer tiempo con un penal de Edinson Cavani, tras un claro agarrón a Diego Lugano. Sin embargo, no había hecho méritos suficientes como para estar en ventaja. Los centroamericanos se mostraron ingenuos en un par de pelotas paradas, pero luego dieron vuelta las acciones.
A partir de la velocidad y la buena técnica de Joel Campbell, aquel que antes de la Copa se hizo famoso por comprar cientos de paquetes de figuritas y no encontrarse entre ellas, comenzó a poner en serios aprietos a una defensa que tembló como en todas las Eliminatorias. Hasta sus dos centrales, reconocidos por su fortaleza, se cansaron de perder.
El segundo tiempo de Uruguay fue realmente pobre. Con un Diego Forlán poco participativo, un Cavani que no pudo desequilibrar y un mediocampo sin juego ni desequilibrio individual, entregó la pelota y sufrió. A los ocho minutos, Campbell aprovechó un centro y decretó en empate con un buen zurdazo. Y cuatro más tarde, Duarte, de cabeza, dio vuelta las acciones.
Con el resultado en contra, la Celeste se adelanto, pero jamás encontró los caminos ante un rival que lo esperó bien y, además, aprovechó la contra a los 39. Campbell, la figura, asistió a Marcos Ureña, quien definió con un disparo cruzado. Sobre el cierre, Maxi Pereira pegó una patada de pura impotencia y se fue expulsado. Sorpresa.
Texto www.tycsports.com
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