El elenco de Ottmar Hitzfeld superó a Ecuador por 2-1 con un gol sobre la hora de Seferovic tras haber arrancado abajo en el marcador. En un partido muy entretenido jugado en Brasilia, los europeos merecieron más y castigaron la falta de audacia del equipo de Rueda.
En la apertura del Grupo E, el que se cruzará con el de Argentina en octavos, Suiza logró una victoria fundamental ante Ecuador por 2-1 y dio un primer paso firme hacia la siguiente ronda. En un encuentro muy parejo y con mucho vértigo, el conjunto europeo se terminó quedando merecidamente con la victoria en la última jugada gracias a su persistencia y a un juego equilibrado que castigó a los de Rueda, que solo de a ratos se decidieron a imponer su presencia física. El encuentro se jugó en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia.
Es que Ecuador salió con un plan establecido, similar al de varios equipos en esta Copa del Mundo: ceder la posesión del balón, esperar en campo propio y desde allí presionar para recuperar y salir rápido de contra. En cambio Suiza, en oposición a lo que había mostrado en Sudáfrica, se mostró mucho más agresivo, cómodo con la tenencia y con prolijidad en el movimiento de la pelota.
De todos modos, el conjunto dirigido por el colombiano Reinaldo Rueda fue el primero en llegar con peligro al arco rival. La conocida potencia de los hombres de ataque ecuatorianos llevó a la agrietada defensa Suiza a sufrir más de la cuenta y en el primer centro desde una pelota parada, la gran pegada de Walter Ayoví encontró insólitamente solo a Enner Valencia para que este cabeceara dentro del área chica y pusiera el 1-0.
Quizás por la moderna influencia germana de su entrenador, Ottmar Hitzfeld, y/o por contar con más de medio plantel jugando en la Bundesliga, Suiza no se desesperó y salió a buscar la igualdad. En afán de ponerse en partido, adelantó sus líneas y por momentos arrinconó a Ecuador a partir de un juego ordenado y pulcro, agigantando la figura de Alexander Domínguez a través de centros cruzados y algunos remates desde afuera que el 22 supo controlar muy bien. Por momentos, al buen toque corto y movilidad por las bandas, el seleccionado europeo le agregó profundidad desde los pies de Xherdan Shaqiri y Gokhan Inler y allí fue cuando mereció el empate. De todos modos, se fue al descanso abajo.
Y el trámite tuvo un cambio al inicio del complemento. Otra vez desde un centro desde la izquierda, y nuevamente dentro del área chica (la misma geográficamente), Suiza encontró el empate. Admir Mehmedi puso la cabeza y el resultado se acomodó al trámite del juego. Desde entonces, el partido se abrió. El empate no le sentaba bien a ninguno y por eso se armó un ida y vuelta muy entretenido, en el que los europeos buscaron llegar con algo más de elaboración, y en el que los sudamericanos apostaron a la velocidad y potencia de sus hombres de ataque. En ese golpe por golpe, Suiza fue algo más que Ecuador, pero su falta de profundidad quedó demasiado en evidencia. Ni siquiera los huecos que de a ratos dejaba la defensa sudamericana le permitieron a los europeos ganar el partido. Los de Rueda tuvieron también sus chances, y a los 92 minutos, en los pies del ingresado Arroyo, tuvieron la victoria, pero el volante se demoró en la definición, la perdió y la última le quedó a Suiza.
Una contra frenética mostró la decisión de Suiza de ir por la victoria. La pelota derivó en Ricardo Rodríguez y su centro bajo cayó en los pies de otro ingresado, Haris Seferovic, quien había dormido a toda la defensa ecuatoriana y con un zurdazo alto puso un 2-1 inapelable. En una última jugada inesperada, los de Hitzfeld encontraron la profundidad que necesitaban y se quedaron con una victoria vital para sus aspiraciones en la Copa del Mundo.
Ahora Suiza deberá enfrentarse ante el favorito del Grupo, Francia, mientras que Ecuador tendrá la impostergable obligación de superar a Honduras en la segunda fecha, porque cualquier otro resultado lo dejaría con un pie afuera de Brasil 2014.
Es que Ecuador salió con un plan establecido, similar al de varios equipos en esta Copa del Mundo: ceder la posesión del balón, esperar en campo propio y desde allí presionar para recuperar y salir rápido de contra. En cambio Suiza, en oposición a lo que había mostrado en Sudáfrica, se mostró mucho más agresivo, cómodo con la tenencia y con prolijidad en el movimiento de la pelota.
De todos modos, el conjunto dirigido por el colombiano Reinaldo Rueda fue el primero en llegar con peligro al arco rival. La conocida potencia de los hombres de ataque ecuatorianos llevó a la agrietada defensa Suiza a sufrir más de la cuenta y en el primer centro desde una pelota parada, la gran pegada de Walter Ayoví encontró insólitamente solo a Enner Valencia para que este cabeceara dentro del área chica y pusiera el 1-0.
Quizás por la moderna influencia germana de su entrenador, Ottmar Hitzfeld, y/o por contar con más de medio plantel jugando en la Bundesliga, Suiza no se desesperó y salió a buscar la igualdad. En afán de ponerse en partido, adelantó sus líneas y por momentos arrinconó a Ecuador a partir de un juego ordenado y pulcro, agigantando la figura de Alexander Domínguez a través de centros cruzados y algunos remates desde afuera que el 22 supo controlar muy bien. Por momentos, al buen toque corto y movilidad por las bandas, el seleccionado europeo le agregó profundidad desde los pies de Xherdan Shaqiri y Gokhan Inler y allí fue cuando mereció el empate. De todos modos, se fue al descanso abajo.
Y el trámite tuvo un cambio al inicio del complemento. Otra vez desde un centro desde la izquierda, y nuevamente dentro del área chica (la misma geográficamente), Suiza encontró el empate. Admir Mehmedi puso la cabeza y el resultado se acomodó al trámite del juego. Desde entonces, el partido se abrió. El empate no le sentaba bien a ninguno y por eso se armó un ida y vuelta muy entretenido, en el que los europeos buscaron llegar con algo más de elaboración, y en el que los sudamericanos apostaron a la velocidad y potencia de sus hombres de ataque. En ese golpe por golpe, Suiza fue algo más que Ecuador, pero su falta de profundidad quedó demasiado en evidencia. Ni siquiera los huecos que de a ratos dejaba la defensa sudamericana le permitieron a los europeos ganar el partido. Los de Rueda tuvieron también sus chances, y a los 92 minutos, en los pies del ingresado Arroyo, tuvieron la victoria, pero el volante se demoró en la definición, la perdió y la última le quedó a Suiza.
Una contra frenética mostró la decisión de Suiza de ir por la victoria. La pelota derivó en Ricardo Rodríguez y su centro bajo cayó en los pies de otro ingresado, Haris Seferovic, quien había dormido a toda la defensa ecuatoriana y con un zurdazo alto puso un 2-1 inapelable. En una última jugada inesperada, los de Hitzfeld encontraron la profundidad que necesitaban y se quedaron con una victoria vital para sus aspiraciones en la Copa del Mundo.
Ahora Suiza deberá enfrentarse ante el favorito del Grupo, Francia, mientras que Ecuador tendrá la impostergable obligación de superar a Honduras en la segunda fecha, porque cualquier otro resultado lo dejaría con un pie afuera de Brasil 2014.
Texto www.tycsports.com
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