Fue un partido aburrido. Sin ocasiones de gol, sin emoción y con poco fútbol. Como no podía ser de otra manera, finalizó con un empate sin goles que terminó por beneficiar a Independiente, ya que el punto le sirvió para quedar muy cerca de la clasificación a la Copa Sudamericana, mientras que a Vélez lo dejó muy complicado en su pelea por obtener el mismo objetivo.
En el primer tiempo ambos contaron con oportunidades para abrir el marcador pero fallaron en la definición. Por el lado del Rojo, Germán Denis estaba muy aislado del circuito de juego e Ismael Sosa, con más empuje que ideas, no podía desbordar la defensa local, que encontró en Mariano Uglessich a uno de sus puntos más altos.
El Fortín generó poco y nada. Gustavo Balvorín, quien regresaba a la titularidad después de una serie de lesiones, se mostró falto de ritmo y quedó en posición adelantada constantemente. A pesar de todo, el Tucumano tuvo la más clara de Vélez, cuando iban 29 minutos, pero su remate fue muy bien contenido por Fabián Assmann, quien transmitió seguridad durante toda la tarde.
En el complemento el desarrollo del juego continuó igual. Hugo Tocalli trató de darle aire al ataque con el ingreso de Jonathan Cristaldo, pero el juvenil cayó en la nebulosa de sus compañeros. El debutante Iván Bella, por la derecha del mediocampo, fue de lo mejor que mostró el local, que tuvo a Damián Escudero apagado y muy bien controlado por los defensores de Independiente.
Lo mejor del Rojo estuvo en la zaga. Guillermo Rodríguez confirmó su buen presente y fue el destacado en un partido sin luces. También tuvo un buen desempeño Carlos Matheu. En el ataque, ni el ingreso de Patito Rodríguez pudo torcer la historia. De todas maneras, a los dirigidos por Claudio Borghi no les quedó mal el empate. La Sudamericana está cada vez más cerca.
Texto y foto www.tycsports.com
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