El mercado de pases del fútbol argentino abrió con una bomba mediática: Boca quiere a Ronaldinho para la temporada 2008-09. Un dirigente xeneize se contactó el miércoles pasado con el jugador en Belo Horizonte, en medio del partido entre Brasil y Argentina por las Eliminatorias Sudamericanas, y encendió la ilusión, aunque habrá que ver cuánto dura.
El directivo de Boca se acercó al palco del estadio Mineirao, le entregó su tarjeta personal a Ronaldinho y le dijo que se comunicará con él cuando tuviese ganas de jugar en el club. Al regresar a Buenos Aires, el dirigente recibió un llamado de alguien cercano al futbolista, que levantó el teléfono para saber si había un interés concreto.
Pese al primer acercamiento, parece difícil que un futbolista de la talla de Ronaldinho pueda ponerse la camiseta azul y oro: gana millones de euros por año y maneja varias ofertas importantes de Europa, como las del Chelsea y Milan. Sin lugar en el Barcelona, donde el técnico Josep Guardiola ya avisó que no lo tendrá en cuenta, el brasileño deberá decidir en los próximos días en qué club seguirá su carrera.
Todo parece indicar que el rumor se esfumará con la misma rapidez con la que surgió y que quedará en la nada, como ya sucedió cuando se ligó a otras estrellas mundiales con Boca: en la década del 90 sonó el búlgaro Hristo Stoickov y hace unos meses apareció en escena Roberto Carlos.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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