El sueño de Racing dio este sábado un paso más hacia su cristalización. Tras una temporada de padecimientos y temor al descenso, La Academia venció trabajosamente por 1-0 a Huracán ante su gente en el Cilindro, eludió el descenso directo y se mantiene en zona de Promoción, aunque a la expectativa: depende de los resultados de Olimpo y Colón (al que enfrentará en la última fecha), y hasta podría salvarse de todo.
El partido estuvo más cerca de la emotividad que del mero fútbol. Racing arrancó con más impetus, aunque su juego, apoyado en una buena labor de Reinaldo Navia en la zona de creación, se diluía en tres cuartos de cancha. Por el contrario, el Globo llegó con un remate de Leandro Díaz que tapó José Martínez Gullota. Como el local continuaba sin lograr la profundidad (Facundo Sava no recibía pelotas limpias), intentó la misma fórmula, y Marcelo Barovero tuvo que lucirse frente a Claudio Yacob y José Luis Fernández.
Hasta que, a los 27 minutos, ambos conjuntos se quedaron con diez: en un tumulto en el campo de juego, Franco Sosa y Federico Nieto terminaron tomándose del pelo, pero Daniel Raffa se confunció y expulsó a Gabriel Mercado y al atacante del Globo. Enseguida, Yacob metió un cabezazo que atajó Barovero y Matías Sánchez un disparo apenas alto.
Pero a los 35, llegó el desahogo de los de Juan Manuel Llop. Navia y Sava se conectaron por el medio con la defensa visitante mal parada, el Colorado quedó cara a cara con el arquero y no falló con un remate bajo a la red.
La segunda mitad, tal como era de esperarse, fue un verdadero parto para el local. No porque haya sido especialmente asediado, sino porque la importancia de lo que estaba en juego parecía pesar sobre los protagonistas. Barovero se agrandó primero frente a los embates de Matías Sánchez, José Schaffer y Sava.
Pero sobre el final, Racing se entregó a su suerte. Ya no intentó desnivelar, aunque tampoco se colgó del travesaño. Trató de hacerse fuerte en la mitad de la cancha con Yacob y Sánchez, aunque de todas formas sufrió con una aparición de Alan Sánchez por derecha que llegó a desviar Martínez Gullota y con un centro del japonés Yosuke Kato que Andrés Franzoia no llegó a empujar al empate. Sobre el epílogo, Roberto Bonet volvió a exigir a Borvero y, luego de interminables cuatro minutos de descuento, no hubo tiempo para más.
En las tribunas locales hasta hubo lágrimas. No era para menos. Racing se adueñaba de un triunfo importantísimo, el segundo en este Clausura, que le permite mantener viva la llama de la esperanza. Para la golpeada Academia, ese sueño sería su consagración.
texto y foto http://www.tycsports.com/
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