Estudiantes perdió como visitante ante la Liga Deportiva Universitaria por 2-0, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. El Pincha no se sintió cómodo en los 2.800 metros de Quito y complicó sus chances de seguir con vida.
En el arranque, el conjunto local intentó imponer un ritmo vertiginoso con mucha gente en campo contrario. El equipo de Roberto Sensini tardó apenas unos minutos en acomodarse y bajar la velocidad para que el encuentro se juegue con tranquilidad.
Los cuatro mediocampistas que metió el técnico del equipo platense bloquearon casi sin problemas los avances ecuatorianos. El inconveniente surgió al atacar: el peso ofensivo de Leandro Lázzaro y Pablo Lugüercio hizo extrañar la velocidad de Pablo Piatti.
Los dirigidos por Edgardo Bauza tuvieron dos chances para abrir el marcador en la etapa inicial. La primera fue un tiro libre de Patricio Urritia que salió cerca y la otra, un remate de Luis Bolaños que Paul Ambrosi llegó desviar con la cabeza y salió desviado.
Por el lado de Estudiantes, la más clara la tuvo Lugüercio con un derechazo que rebotó en un defensor y llegó mansa a las manos de José Cevallos. Además, Leandro Lázzaro y Diego Galván se animaron a probar de afuera y el arquero volvió a responder.
En el complemento las cosas cambiaron y aquella contención exitosa del Pincha empezó a fallar. Antes del primer gol, L. D. U. tuvo tres situaciones: dos atajadas de Mariano Andujar, una a Claudio Bieler y otra a Ambrosi, y un disparo del ex Atlético Rafaela afuera.
A los 18 minutos la muralla platense cayó con un bombazo de Jofré Guerrón, quien la clavó bien arriba desde la derecha y casi sin ángulo. Muchos jugadores de Estudiantes protestaron porque los ecuatorianos no tiraron la pelota afuera con Diego Galván caído.
La reacción de los de Sensini llegó inmediatamente, pero sin premio. Justamente el mediocampista que había protagonizado la polémica desbordó por la derecha y mandó un centro bien dirigido a la cabeza de un Leandro Lázzaro que no pudo conectarla.
Para peor, el Pincha se volvió a dormir en el fondo y a los 32 recibió el segundo gol. Esta vez el ataque comenzó por la izquierda y finalizó con el pase al medio para Damián Manso, quien aprovechó un rebote en el camino y sólo tuvo que tocarla a la red.
En el último tramo del partido todo era desconcierto para el equipo argentino, que sentía los efectos de la altura y se veía amenazado con una goleada. A eso se le sumó la expulsión de Juan Manuel Díaz, a un minuto del final, que complicó un poco más el panorama.
El resultado mantiene abierta la serie, pero lo deja muy complicado a Estudiantes. Es que el Pincha, además de haber recibido dos tantos, no pudo convertir como visitante y en caso de sufrir un gol en la revancha, deberá hacer cuatro para pasar de ronda.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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