Arsenal de Sarandí, eliminado la semana pasada, dio una muestra de orgullo al vencer por 2-0 al Fluminense de Brasil como local, en un partido válido por el Grupo 8 de la Copa Libertadores. El equipo argentino consiguió volver a la victoria ante un rival que venía invicto y rotulado como candidato.
El encuentro arrancó dominado por el aburrimiento y la pasividad. Por un lado, Arsenal proponía un juego demasiado tibio y monotemático. Por su parte, Fluminense carecía de autoridad para imponer su mayor categoría. Se estudiaron durante casi media hora y no lograron explotar las zonas flojas que exhibían cada uno.
El gran error del Arse fue no aprovechar las bandas, un emblema de su juego. Yacuzzi, reconocido carrilero izquierdo, se cerró para las escasas subidas de Toranzo un central devenido en lateral con poca proyección. Del otro lado, Garnier no pesaba con su ida y vuelta y Pellerano carecía de asistencias. Arriba, Biagini trajo poco peligro al recostarse por la izquierda y alejarse del área.
La monotonía se rompió recién a los 40 minutos, cuando Orcellet le tapó un mano a mano al argentino Conca. Luego, el local lo tuvo de contragolpe pero no hubo precisión en la última cesión y todo se desmoronó. Las marcas se atenuaron y hubo espacio para ver algo de fútbol. O mejor dicho, un fútbol reciclado.
El triunfo del Arse se gestó en el entretiempo, cuando Alfaro mentalizó a sus dirigidos para salir a jugar el resto a todo o nada. Y vaya si le hicieron caso, porque hicieron dos goles en diez minutos. A los 14, Espínola desbordó y envió el centro rasante para que Biagini conectara de taco con gran calidad. Genial maniobra que hizo recordar a los viejos tiempos del campeón de la Sudamericna. Antes de llegar a los 20, el juvenil Bottaro aprovechó una mala salida del arquero y estampó el 2-0 con una definición suave.
Ante la desventaja, Fluminense potenció sus falencias y, además, quedó con diez por expulsión de Thiago Neves. Uno de los candidatos al título terminó bailado por una serie de pases de un rival eliminado. Ambos no tenían nada en juego y afrontaron el compromiso con relativa tranquilidad, pero Arsenal quiso más y reaccionó a tiempo para vengarse de aquel lejano 6-0 en Brasil.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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