Arsenal 0 Velez 0

El Fortín careció de variantes y no pudo superar a un debilitado rival que hilvanó siete partidos sin victorias. El equipo de Tocalli asumió el protagonismo pero extrañó la contundencia que exhibió en el arranque del torneo.

Vélez mostró una tibia imagen y no pudo escaparle al 0-0 ante Arsenal, un resultado que lo deja alejado del puntero River. Por su parte, los de Sarandí estiraron a siete los partidos sin conseguir victorias. El partido, válido por la 11º fecha del Clausura, tuvo como figura al arquero Mario Cuenca. Ambos equipos apostaron al esquema 4-4-2, que privilegió el ataque por los costados. No obstante, se les complicó elaborar juego asociado y aparecieron varios remates desde lejos para suplir las carencias. En Vélez, el desequilibrio de Escudero por izquierda fue un problema sin resolución para Arsenal. Pero para fortuna de los locales, el Pichi no terminó bien las jugadas y el arco de Cuenca pudo mantenerse virgen.

Para equiparar el encuentro, Arsenal recurrió a las escaladas de Garnier, peligroso porque podía aparecer desbordando por derecha o llegando vacío por el medio. Mediante esa vía, el local generó dos chances jugadas claras de gol. Con la salida del lesionado Ponce y el ingreso de Ríos, Vélez retomó el protagonismo pero confundió los caminos. Se desgastó con centros cruzados para Silva que jamás acertaron en el blanco. El Toti buscó asociarse con Escudero para potenciar la ofensiva velezana.

Sobre el cierre del primer tiempo, el equipo de Alfaro coqueteó con el primer tanto otra vez. Calderón, incansable luchador, asistió a Yacuzzi pero el volante izquierdo remató al cuerpo del arquero Montoya. El lamento de Leguizamón, que llegaba solo por un costado, le puso el moño a la mejor jugada del dueño de casa.

Arsenal mejoró en el manejo de la pelota porque buscó llegar con la conducción de Pellerano y dejar atrás a los pelotazos. Las combinaciones entre el ex Racing y Leguizamón complicaron al fondo de Vélez. Luego, hubo cambio de esquema ya que ingresó el enganche Papu Gómez. A su vez, el visitante asustó con un potente remate de Silva que Cuenca mandó al córner.

Fiel a su estilo, el conjunto de Tocalli fue al ataque sin convicción y dejó muchos espacios en el medio. A 15 minutos del final, el DT sacó al apagado Escudero y mandó a Cabral para asumir el armado. Desde allí, casi todas las acciones tuvieron el sello del club de Liniers. No hubo forma de quebrar la valla y algunos nostálgicos en la tribuna recordaban la contundencia del arranque del torneo. El presente marca que la falta de ideas necesita un antídoto urgente si la idea es pelear el título. A su vez, el empate agiganta la lóbrega crisis que azota al campeón de la Sudamericana.

Texto y foto www.tycsports.com