Argentinos Jrs 2 San Lorenzo 1

Con un gol a los 45 del segundo tiempo, el Bicho se llevó un triunfo inesperado y cortó con la racha de seis victorias consecutivas de los de Ramón Díaz. Aureliano Torres, de penal, había puesto en ventaja al Ciclón y Barzola, también de pena máxima, y Gabriel Pérez lo dieron vuelta para los de Gorosito.

Los goles sobre la hora deben ser de los momentos más gratificantes del fútbol. Y si no que se lo pregunten al pibe Gabriel Pérez, que se estrenó como goleador en Primera en el minuto 45 del segundo tiempo, de este Argentinos-San Lorenzo, que ofreció poco fútbol, pero tuvo una definición inesperada y emocionante.

La rotación en este San Lorenzo que busca atender en dos frentes, delineó la formación de hoy. Muchos cambios, pero el intento de una misma idea de juego. Eso se plasmó por momentos en la primera parte, aunque la aglomeración de volantes (casi todos con más cualidades atléticas que futbolísticas) llevó a un partido deslucido.

Para sacudir la modorra hubo que esperar hasta el cierre de la primera parte. San Lorenzo enhebró un contragolpe rápido y preciso que ahogó Hauche con un manotazo a Romeo cuando se aprestaba a definir. Penal que convirtió Aureliano Torres con un zurdazo fulminante.

En la segunda parte, Argentinos intentó jugar en campo rival, pero chocó con las limitaciones de Delorte a la hora de jugar en los metros de la verdad. San Lorenzo, con la ventaja, se limitó a esperar que pasen los minutos. También, influyó Ramón Díaz con sus cambios. Mandó a la cancha a Aguirre por Voboril y puso a Alvarado por Juan Torres.

El ingreso de Aguirre, revolucionó a la defensa azulgrana, pero en el mal sentido. El ex defensor de Temperley nunca encontró las marcas y hasta cometió un penal, producto de un manotazo ante un centro con destino incierto. Barzola ejecutó con categoría y empató.

Con la igualdad ambos se volcaron hacia el triunfo y se vieron un par de situaciones por lado. Era empate clavado, hasta que el influyente Peñalba sacó un derechazo bajo, Orion dio un rebote hacia el centro y el pibe Pérez facturó. Gritó como nunca e instantes después escuchó el pitido del final del partido, que fue el mismo del envión positivo de San Lorenzo.

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