Lanús derrotó por 2-1 a Godoy Cruz como local en uno de los duelos de la fecha 13 del Torneo Apertura, volvió a ganar luego de seis partidos de sequía (4-0 a Argentinos, el 12 de septiembre) y sigue a 11 puntos de la cima. Por su parte, el Tomba lució muy tibio y todavía no encuentra el rumbo después de la eliminación en la Copa Sudamericana.
Los primeros 20 minutos fueron ideales para extender la siesta dominical. Ambos equipos tuvieron problemas para llegar hacia los arcos con claridad. Valeri no pudo gobernar el juego con regularidad en Lanús, mientras que el Tomba lamentó la opaca tarde de Villar y Rojas. Además, el golpe en la cabeza que sufrió Olmedo le quitó el poco ritmo que tenía el partido, ya que el volante debió ser atendido en el césped.
La modorra del duelo se disipó con una ráfaga del Granate. A los 23, Ledesma abrió hacia la izquierda para Regueiro, que sacó un zurdazo picante que forzó un córner. Y del envío de Valeri desde la esquina llegó el centro que Goltz conectó de cabeza para celebrar. Torrico había respondido bien ante el tiro del charrúa, pero tuvo responsabilidades en el gol.
Godoy Cruz intentó reaccionar y se encontró con un sobrio Marchesín, que a los 26 le tapó un mano a mano a Sigali. La pegada de Rojas en los centros fue la única arma de los mendocinos. En tanto, Pavone remató muy alto en una oportunidad nítida para ampliar la diferencia. En un marco chato, el elenco de Schurrer se fue al vestuario en ventaja porque aprovechó muy bien una jugada de pelota detenida. Nada más, nada menos.
Pero la alegría del local se esfumó a los tres minutos del segundo tiempo. Godoy Cruz llegó a la igualdad con un gol en contra de Pizarro, que la tocó después de sendos cabezazos de Sigali y Damonte tras un córner de Rojas. Con el intercambio de bandas entre Villar y Rojas, los de Da Silva amagaron con asumir el control del partido. En la mejoría mendocina, el individualismo de Cooper fue la gran contradicción.
El partido se encendió definitivamente a partir de los 15 gracias a un par de cambios. Castillón entró por Cooper en el visitante y agregó punch, mientras que Romero reemplazó a Pizarro para darle otra vitalidad al ataque anfitrión. Con el ingreso del ex delantero de Instituto, Lanús coqueteó en cuatro ocasiones con el gol, pero entre Torrico, el palo y las malas definiciones sostuvieron la igualdad.
Pese a las chances derrochadas, Lanús no detuvo su incesante búsqueda e hizo estragos de la mano del picante Romero. Precisamente, el punta fue el que desbordó por derecha y le entregó la pelota a Regueiro, que remató de frente al arco y puso el 2-1 a los 36. El uruguayo le puso justicia al marcador, ya que los últimos 20 minutos del Tomba fueron de terror. Cuando parecía que sumaba otro punto con gusto a nada, el Granate volvió a sonreír y espera con ganas el clásico ante Banfield.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario