El Ciclón ganó por 1-0 en el Nuevo Gasómetro gracias a un zurdazo desde fuera del área de Aureliano Torres (ST 20m), enhebró su segundo triunfo consecutivo y alcanzó a Olimpo y a Banfield. En tanto, el Xeneize sufrió su segunda derrota al hilo y sigue sin rumbo.
Con un golazo notable de Aureliano Torres, San Lorenzo superó por 1-0 a Boca en el Nuevo Gasómetro y logró alcanzar a Olimpo y a Banfield en la cima del Torneo Clausura. El elenco azulgrana encontró la diferencia gracias a unos segundos de inspiración del paraguayo y consiguió su segunda victoria al hilo. La realidad del Xeneize es totalmente inversa, ya que sufrió la tercera caída en cinco presentaciones.
La partitura diagramada con Ramón apostaba por un Ortigoza más adelantado que pudiera conducir el juego con su reconocido panorama. Por su parte, Falcioni repitió el famoso mediocampo veraniego y se ilusionó con crecer a partir del orden. Pero a la hora de plasmar las teorías en el campo, los protagonistas se bloquearon mutuamente y edificaron un primer tiempo deslucido.
Sin Riquelme y con Erviti en el banco, el vuelo del Xeneize dependió en exclusividad del tándem Chávez-Mouche por la derecha. En ese sector, el visitante encontró algunos resquicios y se esperanzó en el arranque. San Lorenzo tuvo desajustes por la espalda de Giménez y sufrió con dos centros que Palermo y Colazo conectaron sin precisión. Pero Boca volvió a carecer de contundencia y, con el correr de los minutos, perdió aquel ímpetu inicial.
Por su parte, el Ciclón sufrió por la marca de Rivero y Somoza sobre Ortigoza. Con su líder creativo apretado, a los de Ramón les costó mucho hasta García. Carmona trepó poco y Giménez también estuvo más atento a Chávez que a sus propios ataques. En tanto, Menseguez y Salgueiro deambularon con gambetas erráticas y no tuvieron un referente que oficiara de pivot (se extrañó al lesionado Velázquez). El 0-0 fue un reflejo de la pobreza del primer capítulo.
Si Boca había tenido las mejores chances en el primer tiempo, San Lorenzo le emparejó ese registro en los primeros 11 minutos del complemento. A los 2, Aureliano Torres estuvo muy cerca de hacer un golazo de tiro libre. Y más tarde, Bottinelli le ganó de arriba a Caruzzo en un córner enviado por Aureliano y estrelló la pelota en el palo derecho de García. No obstante, un gol hubiera sido un premio exagerado a esa altura del duelo.
El curso del partido tuvo un brusco giro a los 20 minutos. San Lorenzo lucía un poco más adelantado que su rival, pero siempre terminaba en centros previsibles de Carmona o Giménez. Hasta que el paraguayo Torres se animó desde lejos y venció a García con un zurdazo potente e inolvidable. Un gol de una calidad totalmente ajena al marco del encuentro, que estaba condenado al 0-0.
Falcioni buscó variantes con Erviti y Noir, pero fueron maniobras tardías. No era necesario esperar un gol rival para animarse a ganar. A poco del final, Migliore solidificó su valla ante un intento de Palermo (no le cobraron un penal, pero mereció la segunda amarilla por una mano intencional), tras un centro de Mouche. San Lorenzo defendió su ventaja como pudo, se abrazó a los tres valiosos puntos e ilusionó a sus hinchas. Diferente es el presente de Boca, que no encuentra identidad de juego y sigue a la deriva.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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