Tres alumnos de la UBA propusieron otro trato. Echegaray, se negó y luego los echó.
La que sigue es una historia triste, pero real. Es la historia de unos chicos que creyeron en su facultad, la de Ciencias Económicas de la UBA, y se sumaron gustosos a su oferta de pasantías. Es la historia de unos chicos que pensaron que en el Estado podían progresar, y durante más de tres años dieron lo mejor de su trabajo dentro de la AFIP. Es la historia de unos chicos que, al descubrir que eran “explotados”, recurrieron a la presidenta Cristina Kirchner, quien pidió resolver su caso. Es la historia de unos chicos que se animaron a desafiar la lógica que impera en muchas contrataciones del Estado. Y que sólo por eso dejaron de ser chicos y fueron expulsados como perros.
Los DNI de Leonardo Scaramuccia y Alejandra Bertone empieza con 30 millones. Formaron parte de la primera camada de estudiantes de Económicas de la UBA que ingresó a trabajar a la AFIP, en octubre de 2007.
Eran diez chicos, pero al mes siguiente entraron diez más. Llegaron a ser casi 60. Su contrato, de “asistencia técnica”, era pagado directamente por la Facultad, a la que debían facturarle como monotributistas. Cobraban unos 2.000 pesos mensuales, pero estaban obligados a trabajar ocho horas diarias como cualquier estatal. Escritorio de por medio, convivían con gente que ganaba diez veces más.
Scaramuccia y Bertone prestaban servicios en la División Presupuesto y Contabilidad. Eso les permitió tener acceso a números finos y a las “órdenes de compra” de la AFIP.
Así, pronto descubrieron que por cada uno de ellos la Facultad cobraba 4.000 pesos, cuando en el convenio se autorizaba solo 10% de gastos administrativos.
“Decidimos iniciar un reclamo cuando descubrimos que se nos pagaba apenas 50% de lo que cobraba la universidad”, relatan.
Scaramuccia y Bertone se graduaron de economistas trabajando dentro de AFIP. Y como tales, hicieron un sencillo ejercicio contable para mostrarle a las autoridades que podían ahorrar mucha plata si los contrataba directamente, sin la intermediación de la UBA. En la Actuación 10258-103, iniciada en marzo de 2010, su jefa, la directora de Presupuesto y Finanzas, Amelia Costa, confirmó esa tesis. Si se los contrataba en la categoría más baja, los chicos mejorarían sus ingresos mensuales a decentes 3.600 pesos y dejarían de ser parias: tendrían ART y vacaciones.
Pero la AFIP, además, se a horraba un 20% del dinero.
La ilusión duró poco. El 23 de junio, desde el despacho del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, se contestó con un seco “se devuelve lo actuado con la opinión negativa respecto de lo solicitado”. Ninguna explicación más. Fue entonces que los chicos decidieron apelar directamente a la presidenta Kirchner.
A ella le contaron los chicos sobre sus precarias condiciones laborales y la mejor forma de resolverlas. “Depositamos en esta carta un llamado de auxilio y socorro, confiamos en que no nos dejará a la deriva como lo hizo tanta otra gente”, le escribieron. No se sabe si Cristina llegó a leer esta misiva. Lo cierto que el 27 de agosto, desde la Presidencia se ordenó al Ministerio de Economía y a la AFIP que vuelvan a reconsiderar el pedido.
Lejos estuvo Echegaray de hacerlo. Ni bien se enteró de la osadía de los chicos, pidió al área de Legales de la AFIP que r evisara el convenio firmado años antes con el secretario de extensión universitaria de Económicas, actual secretario general de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti. Quería saber cómo prescindir de los servicios de los chicos. Los abogados contestan sin piedad: “No existe relación de dependencia laboral alguna entre el personal afectado y la AFIP”.
El 11 de febrero pasado fue la última vez que los chicos pisaron el edificio de Plaza de Mayo. “ Nos despidieron desde el pasillo.
‘No vengan más’, nos dijeron. Fue una medida ejemplificadora. Y la UBA ni siquiera se involucró. No creímos ofender a nadie al reclamar por nuestros derechos. Y sin embargo nos trataron como terroristas”, dice ahora Scaramuccia.
El 16 de febrero los chicos volvieron a escribirle a la Presidenta. Le pidieron ser reincorporados a la AFIP, pero en condiciones laborales normales. Mientras aguardan una respuesta, se sienten grandes peleando por su dignidad.
Texto y foto http://www.ieco.clarin.com/
1 comentario:
Lo mismo esta sucediendo en las ADUANAS de todo el pais. Es una verguenza que un organismo del estado nos tenga contratados bajo esta modalidad tercerizadora,y la unica respuesta que nos dan es "ustedes no tienen nada que ver con la afip aduana, reclamen a su patron", cuando por ley son "responsables solidario", y ensima es organismo del estado. que verguenza!.
El unico objetivo de esta modalidad son coimas fraudulentas que perjudican a los trabajadores.
LUCHEMOS POR EL PASE A PLANTA PERMANENTE A AFIP ADUANA Y DGI DE TODO EL PAIS.
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