Banfield superó como local a Lanús por 2-1, en un partido correspondiente a la cuarta fecha del Torneo Clausura. El Taladro se quedó con un clásico del Sur caliente y polémico por haber sido efectivo ante un Granate que comenzó mejor en el manejo, pero no supo llegar al arco rival.
En el arranque del encuentro, cuando todavía los equipos no se habían terminado de acomodar y el reloj marcaba los siete minutos de juego, Mauricio Caranta le cometió un claro penal a Marcelo Carrusca. El mediocampista tocó el balón para eludirlo y el arquero se lo llevó puesto.
El encargado fue Enrique Bologna, justamente el otro guardameta. Su colega le atajó el disparó suave y bajo sobre la derecha, pero Patricio Loustau -a instancias de uno de sus jueces de línea- hizo repetir la acción por adelantamiento y a los 11 llegó la apertura del marcador.
La polémica por aquella jugada aumentó la temperatura de los jugadores y también de los hinchas. El árbitro debió sacar muchas tarjetas amarillas para intentar calmar los ánimos, el trámite se hizo muy cortado, con innumerables interrupciones, demasiadas protestas y poco fútbol.
Antes de que los protagonistas se marcharan a los vestuarios hubo otras dos situaciones para el conjunto que dirige Sebastián Méndez. Ambos intentos llegaron con remates desde afuera que salieron desviados por muy poco: primero de Marcelo Bustamente y luego de Carrusca.
La más clara para el equipo de Gabriel Schurrer se dio en el complemento, con un cabezazo de Rodrigo Erramuspe que pegó en el travesaño. El Granate había sido más claro con la pelota, pero careció de ideas para crear peligro y se encontró con un rival mucho más práctico para lastimar.
Ya con el visitante jugado al ataque, el Taladro tuvo chances para liquidarlo. Allí apareció Caranta para quedarse con dos mano a mano del ingresado Facundo Ferreyra y otro de Jorge Achucarro, quien en el rebote del arquero la empujó de cabeza y obligó a Paolo Goltz a sacarla cerca de la línea.
De todas formas, el paraguayo se tomó revancha a los 44 y convirtió el gol que extendió la diferencia a dos y terminó por liquidar la historia. El delantero corrió por la derecha, enganchó hacia el medio y definió de zurda ante la salida de un guardameta que esta vez no pudo hacer nada.
En el cuarto minuto de descuento, Mario Regueiro remató un tiro libre de zurda y clavó el balón en el ángulo inferior izquierdo de Bologna. El tanto del uruguayo sirvió sólo para decorar el resultado, ya que Loustau hizo sonar su silbato apenas se volvió a mover la pelota para reanudar el juego.
Los dos equipos llegaban al clásico del Sur con un triunfo en la fecha pasada, pero fue Banfield el que apropvechó el envión anímico que significa ganar un partido como este. Ahora el Taladro suma siete puntos y está en la pelea, mientras Lanús se quedó con cuatro y espera un poco más abajo.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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