Sabido es que de un tiempo a esta parte a River todo le cuesta bastante más de lo históricamente acostumbrado. Esta tarde el Monumental volvió a ser testigo de cómo este Millonario de clase media luchó contra sus propias limitaciones a las que no venció como tampoco pudo hacerlo con un conformista Colón.
La curiosa apuesta táctica de Gorosito volvió a fallar. Es que de mitad de cancha hacia adelante el DT de River apuesta por tres enganches y un punta. Claro ninguno de los supuestos tres organizadores juga de tal cosa, debido a que dos van por los costados y Ortega parece atado en el centro. Y encima su único atacante neto es Fabbiani, quien carece de movilidad y definición. Así las cosas, la quimera de marcar un gol se evidenció en toda la tarde para el local.
Cólon trató de ser más compacto y controlar todo en base al toque y los movimientos en bloque. Por momentos lo logró y llevó peligro al arco de un seguro Vega. El arquero local se lució ante los remates de lejos santafesinos que fueron la única arma ofensiva de los de Mohamed en casi todo el encuentro.
El peligro de River llegaba exclusivamente por Mauro Díaz. El juvenil mostró su habilidad y tuvo el tanto dos veces, en una tras una magistral jugada individual que llegaron a sacarle cuando definía al gol.
Para el complemento, el local fue más al ataque. Con el equipo más adelantado y la opción de Buonanotte como camino ofensivo, insinuó un aluvión que no se concretó. Lo mejor de River llegó cuando Ortega combinó con Buonanotte, cosa que ocurrió un par de veces y en ambas casi se abre el marcador.
Sin embargo, Gorosito que ya había sacado al inofensivo Fabbiani, decidió sacar a Buonanotte y allí sepultó buena parte de las aspiraciones de su equipo. En el final y de arremetida casi lo gana Colón con un remate de Pellerano que salió por centímetros.
Silbidos de repudio resonaron a continuación del pitazo final para despedir a este River que parece tomarse otro semestre entre los que transitarán por la intrascendencia.
Texto y foto www.tycsports.com
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