El "chivo" manejó gran parte del trámite, aunque el equipo local dispuso de las ocasiones más nítidas para quedarse con el triunfo.
Liniers debutó con buen pie en la temporada 2009-2010 del Argentino "B" al igualar sin goles en Azul frente a Racing de Olavarría, uno de los equipos que se armó para pelear el ascenso.
Si bien contaron con mayor dominio del balón, los "chivos" sufrieron en dos jugadas esporádicas de su adversario.
En su primera presentación en el certamen regional, el elenco de Daniel Correa mostró firmeza en el fondo y mucha presión en el mediocampo, aunque le faltó profundidad para concretar todo lo bueno que insinuó hasta tres cuartos.
Dominio territorial.
En el primer tiempo, el elenco bahiense copó el mediocampo e intentó avanzar con buena circulación de balón, siempre con Hernán Rosell como eje.
De todos modos, le costó progresar y poder acompañar con mayor cantidad de volantes a Armando Mondelo y Julio Acosta.
A Racing se le dificultó hallar espacios. Así, los pelotazos hacia Portillo Alvarenga y Abad fueron moneda corriente en los primeros minutos.
A los 26, Julio Acosta avisó con un cabezazo que se le fue alto, tras un exacto centro de Rosell.
Sin embargo, el elenco olavarriense contestó a los 34, cuando Martens cortó un balón en el mediocampo y metió una exacta asistencia para Portillo Alvarenga que encontró mal parada a la retaguardia albinegra. Juan Pablo Manganaro achicó justo y el "9" perdió en el mano a mano una ocasión muy propicia.
Ante tanta paridad, la pelota parada fue otra arma importante, aunque un tiro libre de Armando Mondelo se fue apenas arriba de un ángulo y en otro de Minor la mano izquierda de Gabriel Senzacqua fue salvadora.
Yerros arbitrales.
La tónica del segundo tiempo no varió. Liniers mantuvo la intención de progresar con dominio de balón y Racing, pese a que presionó unos metros más adelante, mostró las mismas dificultades para lastimar a una firme última línea visitante.
De todos modos, el complemento se caracterizó por dos errores puntuales del ayacuchense Jorge Ocaño, quien dejó sin sanción una clara mano de Mauricio Del Cero dentro del área (la cobró afuera, a instancias del juez de línea Gualdieri) a los 32.
Y después, a tres del final, no observó que un cabezazo de Portillo Alvarenga picó dentro del arco de Juan Pablo Manganaro tras estrellarse en el horizontal, en una de las pocas desintelegencias del fondo visitante para tomar marcas dentro del área.
Antes de ello, Liniers había generado la acción más clara de la fracción mediante una jugada preparada. A los 27, Rosell sacó un lateral largo, Minor peinó en el primer palo, Acosta arrastró marcas y Mondelo quedó solo en el segundo, aunque su remate, mordido, se fue desviado.
No hubo tiempo para más. Sólo para el conformismo de los dos elencos por el empate.
Liniers se fue conforme porque lo consiguió de visitante y ante un conjunto que se armó con serias pretensiones. Y Racing porque sumó mientras busca su mejor puesta a punto...
Texto www.lanueva.com
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