Con un penal marcado por Cristian Álvarez (PT 8m), el conjunto de Sarandí se impuso 1-0 como local frente al Millonario, que igualó su peor racha histórica sin victorias como visitante (15) y quedó a nueve puntos de los líderes. Pipo podría dar mañana un paso al costado.Perdió River y no es noticia. No logró ganar como visitante, una costumbre de los últimos tiempos. El Millonario cayó 1-0 frente a Arsenal, quedó a nueve unidades de los líderes, Estudiantes y Rosario Central, alcanzó su peor racha histórica sin vencer en casa ajena (15 partidos) y Néstor Gorosito quedó al borde del abismo.
El equipo conducido por Jorge Burruchaga tomó las riendas del encuentro en el comienzo, a partir del buen trabajo de Facundo Pérez Castro en el centro del campo, de las sorpresivas proyecciones de Cristian Álvarez por el sector derecho y de la movilidad de Franco Jara en el ataque. Con esas armas, el local fue más en la etapa inicial y complicó muchísimo a un rival desordenado, perdido, carente de actitud e inexpresivo.
Justamente, a los ocho minutos, el lateral escaló sin marca por su banda y tiró un centro al punto del penal para la llegada de Jara, quien fue derribado por Maximiliano Coronel. Álvarez se hizo cargo del penal y fusiló a Nicolás Navarro, quien llegó a rozar el disparo. El Millonario estaba para el cachetazo y Arsenal casi se lo propina dos más tarde, pero el árbitro Cristian Faraoni le anuló incorrectamente un tanto a Alexis Medina por una infracción que no existió.
Pero el conjunto del Viaducto se quedó con el correr de los minutos y apostó a la velocidad de sus atacantes para generar peligro, pero estos no lograron desequilibrar a una defensa muy nerviosa, que se quedó sin Gustavo Cabral -fue reemplazado por Nicolás Sánchez- por lesión. La más clara, luego del gol, llegó con un cabezazo de Aníbal Matellán que se fue muy cerca.
Por su parte, a la visita le costó mucho hace pie en el medio con Matías Almeyda y Matías Abelairas, nunca logró asociar a Ariel Ortega, Diego Buonanotte y Mauro Díaz, y chocó contra una defensa muy sólida y bien agrupada. Fueron todos intentos individuales que no terminaron en nada. Sobre el final apareció lo mejorcito de River, sólo con empuje y algunas apariciones del Burrito. La chance: un tiro libre del ídolo que murió en las manos de Cristian Campestrini.
El complemento se planteó con un River irresoluto en ataque y un Arsenal bien retrasado para cuidar la diferencia. Y así terminó el partido, porque el conjunto de Pipo tuvo la pelota y no supo qué hacer con ella. Buscó por la izquierda con Lucas Orban, pero el juvenil careció de picardía para desbordar y generar algún peligro. Probó con Buonanotte, pero el petizo perdió una y otra vez en cada gambeta. Quiso descansar en Ortega, pero el Burro, pese a mostrar mucha movilidad, no encontró la llave para abrir a la defensa rival.
El equipo de Núñez fue con ganas, pero se olvidó del fútbol, como a lo largo de esta temporada y de la pasada. El entrenador lo puso a Fabbiani, pero el delantero no pesó en el área y sólo bajó con la mano una pelota en el borde del área. Y luego le erró al arco con Campestrini tirado en el piso, aunque se salvó de los silbidos porque el árbitro había cobrado una falta previa. Después, River fue pura impotencia y hasta Galmarini se salvó de la expulsión luego de un tremendo planchazo.
El Millo se fue entre silbidos e insultos. “Miren miren que locura, miren miren que emoción, sáquense la camiseta y dénsela a la hinchada que juega mejor”. “Andate Pipo…”. Y mucho más. ¿Qué pasará mañana en River? ¿Seguirá Gorosito o será el cierre de un nuevo ciclo en Núñez?
Texto y foto www.tycsports.com
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