El efecto del cambio de entrenador no siempre surte efecto inmediatamente, pero en muchas ocasiones sí. Pareció ser éste último el caso de Chacarita, que con la llegada de Fernando Gamboa mostró una imagen totalmente diferente a la de las primeras fechas y cosechó así su primer triunfo en el torneo. Fue 1-0 ante Arsenal en cancha de Argentinos Juniors.
El Funebrero se plantó en el reducido reducto del Bicho, donde hizo de local, con un objetivo claro: salir de perdedor. Para ello, el Negro no sólo buscó cambiar al equipo desde los nombres y el dibujo táctico, sino desde la mentalidad de los jugadores. Y lo logró. Porque por primera vez desde su regreso a Primera División se pudo notar a qué jugaba.
El ingreso de Sebastián Sciorilli como enlace y un clásico dibujo 4-3-1-2 le dio un funcionamiento más natural al equipo. Las subidas de Emanuel Centurión por izquierda y de Nicolás Ramírez por derecha más la mencionada presencia del Cebolla le dieron más compañía a Matías Alustiza y Facundo Parra. Todo sustentado en el despliegue de Federico Vismara y la solidez de una defensa que, a diferencia de otros partidos, se mostró prolija y ordenada.
Así, la mano de Gamboa se notó enseguida, por eso Arsenal no paró de chocar contra un equipo compacto que mostró saber qué buscaba. De esta manera, cuando Parra puso el 1-0 dejó en evidencia al equipo de Burruchaga. La mera presencia de Franco Jara no era suficiente para inquietar al fondo funebrero, y no fue mucho más lo que mostró el Arse.
El ímpetu de ir a buscar el empate no fue suficiente. Nunca logró inquietar más allá de algún eventual centro que pudo encontrar a Jara (metió un cabezazo en el travesaño) o a algún otro. Cristian Álvarez por derecha no aportó lo que sí hizo frente a River y Alexander Medina se limitó a aguantar la pelota sin nunca gravitar en el área.
Con el correr de los minutos, la falta de ideas de Arsenal se acentuó aún más y desde la popular del Diego Armando Maradona comenzaron a caer los cánticos de júbilo por los primeros tres puntos funebreros del torneo. Con un Vismara gigante en la mitad, Gamboa demostró que podía jugar con un solo volante central, y con Sciorilli como socio ideal de Alustiza encontró rápidamente el equipo.
No hubo tiempo para mucho más, sólo la vergüenza de un Arsenal carente de volumen de juego como para merecer el empate. Fue victoria y algarabía en ese puñado de jugadores que liberaron toda la angustia tras un comienzo que no podía ser peor. Tres puntos como merecido premio para Chacarita y un justo castigo para los de Burruchaga.
Texto y foto www.tycsports.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario