La luz roja no los frenó. Y, por eso, un motoquero y un chofer de la línea de colectivos 101 tuvieron que seguir su camino a pie. Ambos vehículos fueron secuestrados esta mañana, luego de que el cuerpo de agentes de Tránsito de la Ciudad detectara que habían cometido una grave falta de tránsito: habían pasado un semáforo en rojo.
Sucede que esta mañana el Gobierno de la Ciudad comenzó a implementar los operativos de control de tránsito que posibilitan el secuestro de aquellos vehículos que violen la luz roja de los semáforos.
Si bien el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, había explicado que la iniciativa se focalizaría principalmente "en taxis, motos y autos" particulares y no en los colectivos -debido a que en esta etapa resultaría complicado incautar este tipo de transporte público de pasajeros-, el fiscal contravencional de turno dio la orden de que el colectivo de la línea 101 que acababa de violar la luz roja -en plena avenida Santa Fe- fuera secuestrado.
El otro vehículo secuestrado como resultado de este operativo fue una moto. Su conductor -según dijeron los agentes- no frenó cuando vio que el semáforo encendía su luz roja. Por eso, 100 metros más adelante del semáforo, los agentes lo hicieron detener, le explicaron que había cometido una falta grave y que le secuestrarían la moto. Pero el motoquero no lo tomó bien: armó una escena y trató de convencer a los inspectores de que había pasado en amarillo. Finalmente, y a pesar de sus reclamos, tuvo que entregar su vehículo, que fue a parar a un playón la Dirección de Seguridad Vial posee en Barracas.
Horas antes, Montenegro había detallado que el cuerpo de agentes de tránsito implementaría un sistema de "doble posta" por medio del cual "en un punto se verifica la infracción" de tránsito (es decir que el auto cruzó el semáforo con la luz roja) y que cien metros después "otra posta se encarga de la detención" del conductor y "una grúa secuestra el auto"
También advirtió que, por la implementación de la ley de tránsito, las multas por estas infracciones oscilarían entre los 300 y los 3.000 pesos.
Por otra parte, el mininistro destacó que "la medida está en sintonía con una resolución de la Fiscalía General de la Ciudad, que recomienda la adopción de criterios rigurosos contra quienes no respetan los semáforos".
El secuestro de vehículos ya se aplica en los controles de alcoholemia. Ahora esta medida se extiende a otras de las faltas graves de tránsito. En los operativos participa el cuerpo de agentes de tránsito con apoyo de la Policía Federal y se usan las 12 grúas propias que tiene la Ciudad.
Texto y foto www.clarin.com
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