El Millonario, que presentó entrenador, igualó 1-1 con el Rojo, en Mendoza. Fredes había puesto en ventaja a los de Santoro y el chico Fernández, en su debut, metió el empate en la segunda parte.Gorosito se sentó por primera vez en el banco de River y lo hizo en un partido con todos los condimentos estivales. Es decir, con un marco lejano a lo que merecen dos de los más grandes equipos del país, con jugadores duros y con formaciones que distarán bastante de lo que serán los encuentros por los puntos. Sin embargo, un debut es un debut y si no que lo diga el pibe Fernández, quien marcó un gol casi sin querer hacerlo, pero que le sirvió a él para mostrarse y a su flamante entrenador para no arrancar con una derrota.
El partido de esta noche fue más similar al estereotipo del partido de pretemporada que a lo que se vio en el clásico del sábado pasado. Es que a ambos se los notó sin muchas piernas y con imprecisiones elementales. Por eso, este encuentro sirvió más que nada para sacar algunas conclusiones individuales y de movimientos en general que otra cosa.
Ambos se prestaron la pelota y mostraron más actividad en algunos jugadores como lo fueron Gandín en Independiente y Barrado en River. La primera formación de Gorosito no varió mucho en lo táctico del final del último torneo. Ubicó una defensa de cuatro, a Abelairas de enganche y apostó por Bou y Salcedo en ataque. Lo cierto es que el juego nunca apareció en ninguno de los dos lados.
Hubo algunas aproximaciones y Navarro, en su presentación en el Rojo, se lució ante un tiro de Bou que pedía gol. En otra, el chico Bocchino casi lo mete en contra, pero en el final la concreción iba a llegar en el otro arco. Gandín se hamacó en el vértice izquierdo del área y sacó un derechazo que reventó el travesaño, Fredes estaba allí para capitalizarlo y mandar a los suyos al frente cuando no quedaba más en ese primer tiempo.
En la segunda parte el trajín de dos partidos en tres días y casi con los mismos hombres, le pasó factura a Independiente, que no logró hacer pie nunca en la cancha. River, más entero físicamente, se hizo de la pelota y jugó casi siempre en terreno rival. Tuvo un ingreso importante en el pibe Fernández, quien con su potencia complicó a la defensa roja.
Navarro volvió a mostrar solvencia ante Barrado, pero instantes después falló en un centro y el horror defensivo lo completó Godoy quien al querer despejar trabó con Férnandez, quien empató de carambola.
Ese tanto envalentonó a River que fue por la victoria y la mereció. El Rojo tuvo la suya en los pies de Gandín, pero el delantero falló, tal como lo hicieron Díaz y Rosales cuando el partido se extinguía. Fue empate y Gorosito puede dormir con cierta tranquilidad, al menos por haber sacado en este 2009 la costumbre de perder en el Millonario.
Texto y foto www.tycsports.com
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