El seleccionado de Sergio Batista ingresó en el hexagonal final por diferencia de goles a favor: volvió a jugar mal y terminó 2-2 y pidiendo la hora. Un empate era el mínimo resultado que necesitaba para seguir en carrera sin depender de nadie.Por más que lo busca, la Selección Argentina Sub 20 no encuentra su nivel en el Sudamericano de Venezuela. Hoy volvió a demostrarlo en su sufrido 2-2 frente a Ecuador, que le permitió clasificarse con lo justo al hexagonal final, sin depender de nadie, al superar a su rival de hoy en goles a favor.
Se lo vio sin brújula al equipo de Sergio Batista desde el mismo inicio. Si bien logró llegar al arco contrario, careció de variantes y dio ventajas atrás, permitiéndo que Ecuador le produjera más de un sobresalto: sin ir más lejos, fue el primero en avisar, por intermedio de Marlon De Jesús.
Pero después llegó el momento más favorable al conjunto nacional. Jonathan Cristaldo, que esbozó buenas intenciones pero le faltó desborde, disparó alto tras una peligrosa jugada y, a los 31, Argentina encontró el gol. Leandro Velázquez habilitó por el medio a Cristian Gaitán y éste definió bajo y a la red.
Sin embargo, poco después la fragilidad albiceleste permitió que, con un tiro libre desde la derecha de Mike Rodríguez, Jefferson Pinto salte sin oposición entre los defensores y clave el empate con un cabezazo bajo a la izquierda de Diego Rodríguez. Y sobre el entretiempo, sin haber extinguido la zozobra en su propio arco, Emiliano Insúa casi anota el segundo con un remate de media distancia.
En la última etapa, maniatado por sus propias falencias, el conjunto argentino pareció pretender cuidar la igualdad que le aseguraba el pase. Pero los conformistas planes se alteraron a los 32, cuando otra vez la pelota parada y el juego aéreo lastimaron sus intenciones. Tras un córner desde la derecha, el ingresado Anangono cabeceó de sobrepique para la conmoción nacional.
Pero enseguida, al minuto siguiente, Iván Bella se jugó una patriada por izquierda, amagó y colocó el balón alto en el segundo palo. La acción sonó a epopeya y, cuando instantes después el héroe se fue expulsado, se auguró que el sufrimiento duraría hasta el final.
Y así fue. Argentina padeció de rodillas los embates hasta el epílogo, cuando el arquero Rodríguez se agigantó ante un pelotón de atacantes ecuatorianos que lo fusiló en sus propias narices. El pitazo póstumo significó el esperado alivio, aunque no la tranquilidad. A este Sub 20 le falta mucho, pero mucho, para candidatearse a la gloria.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario