Boca volvió a demostrar que es Boca y que en las competencias internacionales no hay nadie que le pueda hacer frente. Venció a Arsenal por 3-1 como visitante en el partido de ida de la Recopa Sudamericana y, de esta manera, quedó a un paso de cosechar un nuevo título y, además, de volver a ser el Rey de Copas, junto con Milan, con 18 conquistas.
El Xeneize saltó a la cancha con mucha más hambre que su rival y por momentos se lo llevó por delante. Rodrigo Palacio, por la derecha, no encontró resistencia en el juvenil Damián Pérez, y Jesús Dátolo volvió a demostrar que está en un gran momento con sus ataques por la banda izquierda. El conjunto del Viaducto, sin ideas, pasivo y tímido, apeló constantemente a las infracciones para lograr detener los embates del conjunto de Ischia.
A los 20, Gabriel Favale cobró uno de los tantos penales que los jugadores de Arsenal cometieron. Martín Palermo no ejecutó de la mejor manera, pero aprovechó el rebote de Mario Cuenca y mandó la pelota a la red. De esta manera, el Titán alcanzó a Francisco Varallo como máximo anotador de la historia de Boca, con nada más y nada menos que 194 goles. La alegría duro poco para los de Carlos Ischia, ya que Facundo Sava igualó rápidamente con un cabezazo esquinado que dejó sin chances a Mauricio Caranta.
Palacio, tras un centro rasante de Dátolo, fue el encargado de aventajar nuevamente al Xeneize. De ahí en adelante volvió a ser un monólogo del visitante, que se podría haber ido al descanso con una ventaja más abultada.
En el complemento decayeron la calidad y la intensidad del juego. Fueron pocas las ocasiones de riesgo: Palacio tuvo otra, pero definió sin fuerza ante la salida de Cristian Campestrini (debió ingresar por Cuenca, que se lesionó), y también pudo igualarlo Sava, pero su remate se fue muy alto. Daniel Garnero decidió ir a buscar el resultado recién cuando faltaban 10 minutos para el final y metió a Luciano Leguizamón en el ataque, aunque ya estaba todo definido.
Antes de que se cumpla el tiempo reglamentario, Sebastián Battaglia marcó el tercer tanto, tras un corner que Gabriel Paletta bajó al corazón del área. No hubo tiempo para más. La diferencia fue justa y parece difícil que en la revancha (será el 27 de agosto en La Bombonera) Arsenal pueda torcer la historia. El gol como visitante tiene valor adicional y, además, el rendimiento del conjunto del Viaducto no dejó muchos motivos para ilusionarse.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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