El combinado que dirige Batista se impuso 1-0 con gol de Lavezzi (ST 32m), quien culminó una buena combinación entre Messi, Riquelme y Di María, y ya está entre los mejores ocho del torneo, aunque aún le queda por disputar un partido del Grupo A.El seleccionado masculino argentino de fútbol superó a su par australiano por 1-0 y se aseguró un lugar en los cuartos de final del torneo de los Juegos Olímpicos de Beijing cuando todavía le queda un encuentro correspondiente al Grupo A (el miércoles contra Serbia). Si bien aún no mostró su mejor versión, el equipo que dirige Sergio Batista ganó en sus dos presentaciones y ya está en la próxima fase.
Argentina fue superior a lo largo de todo el partido, aunque recién pudo marcar la diferencia a 13 minutos del final, con un gol de Ezequiel Lavezzi. El combinado nacional, con algunos pasajes de buen fútbol, generó muchas situaciones ante un conjunto que se preocupó demasiado por cuidar el cero y que aun estando en desventaja no se molestó por ir en busca del empate.
El campeón olímpico jugó muy bien en los primeros 20 minutos de la etapa inicial, pero luego se diluyó, perdió precisión en los pases y dejó crecer a un adversario poco ambicioso (sólo atacó tres veces). Lionel Messi, otra vez el jugador más desequilibrante, fue la llave para abrir la resistencia australiana, aunque falló en la definición.
La Pulga, al igual que en el partido contra Costa de Marfil, buscó permanentemente a Juan Román Riquelme y de esta sociedad nacieron las maniobras más interesantes del seleccionado argentino, pero el resto no acompañó mucho. Fernando Gago estuvo impreciso con la pelota y Sergio Agüero quedó atrapado entre los centrales.
En el segundo tiempo, Argentina, con intermitencias, fue en busca del triunfo y luego de desperdiciar varias chances con remates por encima del travesaño, llegó el gol de Lavezzi. A los 32 minutos, Messi, Riquelme y Di María (ingresó por Agüero) se juntaron por derecha y el Pocho culminó la jugada con un toque sutil dentro del área, en posición de número nueve.
El triunfo fue justo, pero todavía quedan muchas cosas por corregir. Argentina aún no encontró el equilibrio: o juega a mil por hora o lo hace a ritmo cansino. Además, las individualidades siguen teniendo más peso que el conjunto y escasean las variantes para abrir antes partidos como el que se presentó frente a Australia.
Texto y foto www.tycsports.com
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