El seleccionado de básquetbol perdió ante los Estados Unidos por 101-81 y enfrentará a Lituania por un lugar en el podio. Con Ginóbili afuera en el primer cuarto por lesión y Nocioni en una pierna, el equipo nacional dio batalla de la mano de Scola, goleador del match con 26 puntos, pero el poderoso elenco nortamericano impuso su jerarquía y accedió al encuentro por el oro, donde se verá las caras con España.La Argentina lo dio todo, pero no alcanzó. Con Emanuel Ginóbili lesionado en el primer cuarto y Andrés Nocioni disminuido en lo físico, el seleccionado exhibió una muestra de caracter y le dio batalla al poderoso Dream Team, aunque no consiguió repetir la hazaña de hace cuatro años en Atenas y cayó por 101-81 en semifinales. Tras la derrota, el equipo nacional luchará por la medalla de bronce ante Lituania, que fue derrotado por España en la otra serie.
La actuación de Luis Scola, quien sumó 26 puntos para ser el goelador del match y además capturó 11 rebotes, más un gran segundo cuarto en el que anotó 29 unidades y colocó un parcial de 11-0, fueron los puntos más destacados del conjunto dirigido por Sergio Hernández en lo individual y lo colectivo. El sacrificio y la solidaridad de todos fue determinante para realizar una actuación decorosa ante el equipo más poderoso del mundo, que encontró su rival más difícil en el vigente campeón olímpico, aunque resultó un nítido vencedor.
Queda la incógnita sobre la suerte que hubiese corrido el cuadro argentino de no haber mediado ese fatídico cuarto inicial en el que todo salió mal. En ocho minutos, el seleccionado había cosechado apenas cuatro puntos y sufrido siete pérdidas de balón, y ya se había quedado sin Ginóbili, figura y símbolo de este plantel, quien padeció un esguince en el tobillo izquierdo. Además, Nocioni jugaba en una pierna, afectado por una molestia muscular.
Puro corazón y un lapso de alto nivel en el juego, la Argentina salió a flote en el segundo cuarto y llegó a colocarse seis puntos abajo a poco del final del descanso. Pero el Dream volvió con todo en el tercero: retomó el dominio sobre la pintura, fortaleció su defensa y volvió a marcar diferencias en la pizarra. También prevaleció por su mayor recambio, con siete jugadores con doble dígito en su goleo, mientras el cuadro nacional sufría por la condición física de sus intérpretes.
Argentina cayó en su ley, pero no todo está perdido. Queda la chance del bronce, que sería la coronación de un histórico proceso. El rival será Lituania, que cayó ante España.
Texto y foto www.tycsports.com
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