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domingo, 25 de noviembre de 2012

Torneo Inicial 2012: Lanús 0 Estudiantes (LP) 0

El Granate igualó sin goles ante Estudiantes en la Fortaleza y cedió el liderazgo del Torneo Inicial. Así, con el triunfo de Vélez en Floresta, los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto quedaron a dos puntos del Fortín con dos fechas por jugarse.    
 
 
Lanús no pudo con Estudiantes y a apenas dos fechas del final del Torneo Inicial, resignó dos puntos vitales en su afán de luchar por el campeonato. Con la victoria de Vélez en Floresta, este empate 0-0 dejó un sabor amargo en el Sur Bonaerense, tras un encuentro en el que los del Mellizo no encontraron los caminos, pero buscaron incesantemente y bien podrían haberlo ganado.
Con la obligación de sumar de a tres, el Granate trató de tomar la iniciativa en el comienzo y para ello apeló a sus recursos habituales. Las trepadas de Pizarro por derecha y de Regueiro por izquierda, y la verticalidad de Pereyra hacían prever que la defensa pincha tendría una tarde complicada. Sin embargo, los de Cagna se fueron acomodando progresivamente al partido y contrarrestando el juego rival del medio con fricción y despliegue, terminaron disminuyendo al local.
Es que le costó horrores al equipo de los mellizos lograr la fluidez en el manejo que tiene como marca registrada, porque Gelabert, Braña y Román Martínez entorpecían el circuito y el ex-Tigre apostaba rápidamente a la velocidad de Auzqui, Jara y Zapata. Así, la amenaza de Estudiantes por momentos puso en jaque a Lanús y, en la más clara de los 45 iniciales, Goltz terminó salvando en la línea lo que habría sido el 1-0 de Jara, tras tocar sobre el cuerpo de un Marchesín resignado.
El cierre de la primera mitad llegó cuando el Pincha ya dominaba el partido y merodeaba el primero, mientras que el Grana seguía desdibujándose de a poco, solo amparado en la firmeza de sus centrales y en el sacrificio de Fritzler. Sus jugadores desequilibrantes apenas esbozaron breves muestras de su fútbol y su punta, Silvio Romero, se diluyó por completo entre los férreos zagueros rivales.
El entretiempo pareció reanimar las almas granates, ya que el equipo se adueñó rápidamente del trámite y comenzó a arrinconar a Estudiantes contra el arco defendido por Silva. Sin respuestas, los de Cagna buscaron salir inmunes a la agresividad rival, pero resignaron las posibilidades de asestar una contra. El Mellizo enseguida mandó a la cancha a Diego Valeri, para que condujera los ataques de su equipo, pero sacó a un Pereyra que, hasta el momento, había sido el más peligroso.
De a poco, el característico orden de Lanús dejó de prevalecer en cancha y la desesperación se hizo carne en el Granate. Faltó claridad, pero no ambición. De todos modos, dos intervenciones clave de Agustín Silva mantuvieron el arco visitante en cero, cuando Regueiro logró desequilibrar por derecha y en el rebote casi concreta Romero. Pero por tanto ir, empezaron a aparecer las lógicas grietas en defensa.
Estudiantes se animó y cerca estuvo de ganarlo, a través de Carrillo y Zapata. Pero el empate le sentó bien a los de Cagna, y no dudaron en abrazarse a él. Llegó el pitazo de Pompei y, con las malas noticias llegadas desde Floresta, la frustración se adueñó de los ánimos de la gente de Lanús, que dejó pasar la oportunidad de seguir como uno de los líderes. Ahora deberá ir obligadamente a buscar una victoria a Núñez ante River, partido para el que no contará con Fritzler, quien hoy sumó su quinta amonestación.  

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