El Sabalero se impuso por 2-0 sobre Unión como local, volvió a vencer a su rival luego de 10 años y sumó de a tres después de seis encuentros. Mugni (PT 45m) y Gigliotti (ST 25m) hicieron los tantos, mientras que Lugo (PT 22m) y Bastía (ST 17m) fueron expulsados. Hubo choques entre los hinchas visitantes y la Policía en el estadio.
La nueva edición del clásico de Santa Fe quedó en manos de Colón, que derrotó por 2-0 a Unión en el Cementerio de los Elefantes y se sacó dos lastres de encima. En primer lugar, volvió a vencer a su acérrimo rival luego de 10 años (el último festejo había sido en el Apertura 2002, también de local). Y también logró sumar de a tres después de seis partidos, desde aquella goleada sobre Vélez en Liniers. El futuro del Tatengue es sombrío: último en el Inicial y en la tabla de promedios.
El arranque estuvo demorado porque los hinchas de Unión se colgaron del alambrado y amagaron con entrar al campo a través de un agujero, luego tapado de manera precaria para poder comenzar. El que tomó la iniciativa y gobernó durante el primer tiempo fue el local, que hizo estragos con la velocidad de Curuchet y la inteligencia de Moreno y Fabianesi por la derecha.
Al minuto de juego, Curuchet desbordó a Lugo y tocó al medio para Mugni, que remató con displicencia. Cuando iban 19, Barisone salvó al Tatengue al evitar el gol de Curuchet sobre la línea. Y a los 22, Curuchet forzó la expulsión de Lugo, quien se fue por doble amarilla luego de ser bailado por el joven extremo. En un partido emotivo, el Sabalero hizo varios méritos para ponerse en ventaja, pero encontró a un Perafán entonado y a un Gigliotti con la pólvora mojada.
Por su parte, el Tatengue concentró casi todas sus energías en protegerse ante los embates rojinegros. Los dirigidos por Pumpido sólo pudieron lastimar con los piques de Franzoia, mientras que Pozo corrigió un par de desacoples defensivos del local. Donnet intentó poner calma y cerebro en el mediocampo, sin mucho éxito. Y luego de tanto avisar, Colón encontró el desahogo a los 45 gracias al zurdazo de Mugni, que coronó otra prolija combinación por derecha dirigida por Moreno y Fabianesi.
En el inicio del complemento, Colón cambió el plan de juego de manera radical. Optó por retrasarse y explotar los contragolpes. La apuesta tuvo aciertos y errores. Gigliotti y Curuchet coquetearon con el segundo y no pudieron con Perafán. En tanto, el Tatengue empezó a llenar el área de centros peligrosos para Pozo. La roja a Bastía (PT 17m) le puso un poco más de emoción a un clásico atrapante. Y a los 18, Pozo tapó un remate potente de Pérez.
La paridad se disipó a los 25, cuando la defensa de Unión tiró el achique y Gigliotti se fue de cara al gol. Una jugada polémica: Curuchet estaba adelantado, fue a buscar la pelota y luego se abrió para dejarle paso al centrodelantero. Inmediatamente, un grupo de hinchas visitantes empezó a trenzarse con la policía y se escucharon balazos de goma. El juego se detuvo durante varios minutos, hasta que Delfino decidió seguir. Gigliotti se perdió el tercero y, una vez más, el partido se frenó por los destrozos en la tribuna.
Por cuestiones de seguridad y sentido común, el clásico tendría que haberse suspendido en ese momento. Sin embargo, Delfino optó por continuar a pesar de que había hinchas desbordados a punto de saltar al campo. Se adicionaron 10 minutos en los que sobraron nervios e imprecisiones. Gigliotti derrochó otra chance increíble y el resultado no se movió. Fiesta en la parte roja y negra de Santa Fe, preocupación en la parte roja y blanca.
El arranque estuvo demorado porque los hinchas de Unión se colgaron del alambrado y amagaron con entrar al campo a través de un agujero, luego tapado de manera precaria para poder comenzar. El que tomó la iniciativa y gobernó durante el primer tiempo fue el local, que hizo estragos con la velocidad de Curuchet y la inteligencia de Moreno y Fabianesi por la derecha.
Al minuto de juego, Curuchet desbordó a Lugo y tocó al medio para Mugni, que remató con displicencia. Cuando iban 19, Barisone salvó al Tatengue al evitar el gol de Curuchet sobre la línea. Y a los 22, Curuchet forzó la expulsión de Lugo, quien se fue por doble amarilla luego de ser bailado por el joven extremo. En un partido emotivo, el Sabalero hizo varios méritos para ponerse en ventaja, pero encontró a un Perafán entonado y a un Gigliotti con la pólvora mojada.
Por su parte, el Tatengue concentró casi todas sus energías en protegerse ante los embates rojinegros. Los dirigidos por Pumpido sólo pudieron lastimar con los piques de Franzoia, mientras que Pozo corrigió un par de desacoples defensivos del local. Donnet intentó poner calma y cerebro en el mediocampo, sin mucho éxito. Y luego de tanto avisar, Colón encontró el desahogo a los 45 gracias al zurdazo de Mugni, que coronó otra prolija combinación por derecha dirigida por Moreno y Fabianesi.
En el inicio del complemento, Colón cambió el plan de juego de manera radical. Optó por retrasarse y explotar los contragolpes. La apuesta tuvo aciertos y errores. Gigliotti y Curuchet coquetearon con el segundo y no pudieron con Perafán. En tanto, el Tatengue empezó a llenar el área de centros peligrosos para Pozo. La roja a Bastía (PT 17m) le puso un poco más de emoción a un clásico atrapante. Y a los 18, Pozo tapó un remate potente de Pérez.
La paridad se disipó a los 25, cuando la defensa de Unión tiró el achique y Gigliotti se fue de cara al gol. Una jugada polémica: Curuchet estaba adelantado, fue a buscar la pelota y luego se abrió para dejarle paso al centrodelantero. Inmediatamente, un grupo de hinchas visitantes empezó a trenzarse con la policía y se escucharon balazos de goma. El juego se detuvo durante varios minutos, hasta que Delfino decidió seguir. Gigliotti se perdió el tercero y, una vez más, el partido se frenó por los destrozos en la tribuna.
Por cuestiones de seguridad y sentido común, el clásico tendría que haberse suspendido en ese momento. Sin embargo, Delfino optó por continuar a pesar de que había hinchas desbordados a punto de saltar al campo. Se adicionaron 10 minutos en los que sobraron nervios e imprecisiones. Gigliotti derrochó otra chance increíble y el resultado no se movió. Fiesta en la parte roja y negra de Santa Fe, preocupación en la parte roja y blanca.
Texto y foto www.tycsports.com
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Fotos de www.tycsports.com
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